Alejo Czerwonko, director de inversión en mercados emergentes de UBS Wealth Management, comparte con elEconomista las últimas perspectivas del banco para 2021, considerado el "año de la renovación". A grandes rasgos, su equipo espera que el Capitolio en Estados Unidos quedará dividido, un escenario que "no es ideal porque va a suponer mucha tensión y cualquier estímulo fiscal será menor". En lo que a los elevados niveles de deuda se refiere, el entorno de tasas bajas y amplia liquidez, "va a permitir a la mayor parte de los países del mundo convivir con este problema". "No obstante seguirá habiendo excepciones en la parte más débil de los países emergentes", confiesa.
¿Acelerará una potencial vacuna la recuperación económica global en 2021?
Una disponibilidad amplia de una vacuna, hacia el segundo trimestre del año que viene, nos va a permitir en buena medida volver a la normalidad pero a la vez van a haber situaciones en las que vamos a experimentar una nueva realidad con una transformación acelerada. Proyectamos una recuperación económica global que se solidificará en 2021. La economía americana y la europea volverán a niveles de actividad similares a los registrados antes de la pandemia a finales del año que viene.
¿Qué implicaciones tendrá esta transformación que menciona en las estrategias de inversión?
En lo que se refiere al 2021, el entorno macro es propicio para una subida de los mercados bursátiles globales, pero ésta va a ser distinta de la que hemos observado en 2020. Durante este año la recuperación bursátil se ha concentrado en un número limitado de compañías e industrias, que han generado casi la totalidad de los retornos. Para el año que viene esperamos que aquellos sectores más rezagados repunten. En EEUU favorecemos compañías de mediana capitalización sobre gran capitalización. En Europa también pequeña y mediana capitalización. Entre los mercados emergentes favorecemos valor sobre crecimiento y de alguna forma miramos más a Latinoamérica, Europa del Este, Oriente Medio y África que a Asia Pacífico. A más largo plazo, la próxima gran oportunidad no estará en los mismo sectores que en la última década, es decir, la tecnología pura y dura. Va a estar más en la intersección y disrupción de la tecnología con industria tradicionales. Vemos oportunidades en la tecnología orientada al sector de finanzas, salud y medioambiente.
Entonces, ¿dónde vamos a encontrar más oportunidades, en los emergentes o entre las economías desarrolladas?
En el 2021 más que preferencias geográficas optamos por posicionar la cartera con una tendencia más cíclica. Ahora, si uno está construyendo una cartera estratégica a medio plazo, rara vez un mercado accionario que ha liderado en la última década repite dicho comportamiento durante los próximo 10 años. EEUU viene de ser el claro líder. En los próximos cinco año proyectamos mejores retornos fuera de EEUU tanto en mercados avanzados internacionales que excluyan a EEUU como en países emergentes.
2020 será recordado como el año en el que el centro del poder económico mundial viró hacia Asía
¿Cuáles son las perspectivas para Europa?
Va a ser muy importante que los fondos de ayuda se distribuyan a tiempo pero también que, de alguna manera, las autoridades pongan en marcha opciones adicionales para estimular la economía. Pero incluso en un escenario en el que vemos tensión política, hay oportunidades de inversión, en particular en el sector tecnológico aplicado al desarrollo sostenible. La UE ha puesto mucho énfasis en este ámbito por lo que existen muchas compañías que se pueden beneficiar. Europa va a tener que invertir adecuadamente para alcanzar sus objetivos de neutralidad de carbono y esto genera oportunidades para los inversores.
"Los mercados latinoamericanos en dólares están un 25% por debajo de su nivel prepandémico"
Dentro de los mercados emergentes, ¿dónde encontraremos un mayor rendimiento?
En lo que se refiere a renta fija mantenemos una preferencia por bonos soberanos en dólares de manera bien diversificada que incluyan Latinoamérica, Europa del Este, Oriente Medio, África y Asia Pacífico. En un entorno en que las tasas de interés en el mundo desarrollado van a permanecer bastante deprimidas vemos oportunidad entre los emergentes pero la diversificación es particularmente importante para protegernos de potenciales shocks geopolíticos. En renta variable, la distinción del horizonte temporal es clave. En 2021 los mercados rezagados tienen espacio para recuperarse. Hay que recordar, por ejemplo, que los mercados latinoamericanos en dólares están un 25% por debajo de su nivel prepandemia. Los mercados del Este Europeo y África, un 15% por debajo mientras los mercados asiáticos suben un 15%. Hay una gran brecha que puede estrecharse.
¿Y más allá del próximo año?
Más allá de 2021, estratégicamente la oportunidad de inversión en renta variable está en Asia Pacífico. Vamos a recordar 2020 como el año en que el centro del poder económico y geopolítico mundial viró definitivamente hacia Asía. Esto ya venía ocurriendo pero en 2020 se ha acelerado marcadamente porque la región ha manejado la pandemia desde un punto de vista sanitario y económico de manera muy superior a Occidente.
Y bajo esta coyuntura macro, ¿qué ocurrirá en el mercado de divisas?
Proyectamos una debilidad generalizada del dólar respecto a las monedas del mundo. El EUR/USD puede cruzar el nivel de los 1,20 dólares hacia mediados del año que viene. Monedas como el franco suizo, la libra esterlina también pueden apreciarse respecto al billete verde. En lo que a mercados emergentes se refiere, el mayor potencial de una apreciación sostenida la vemos en monedas de Asia-Pacífico. En Latinoamérica hay muchas malas noticias reflejadas en los precios de ciertas divisas. Aún así vemos cierto espacio para que las monedas latinoamericanas recuperen parte de las pérdidas que han experimentado en 2020.