
La Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) aprobó el miércoles una nueva normativa que regulará más de cerca a las entidades encargadas de recomendar a los accionistas que propuestas votar en las compañías en las que invierten.
Las conocidas como "proxy advisory firms" son cruciales a la hora de determinar si una campaña lanzada por un inversor activista contra una empresa tiene o no éxito.
Según el nuevo plan de la SEC, las nuevas políticas de estas entidades deben garantizar que sus recomendaciones se compartan con las empresas al mismo tiempo que con los accionistas. También deberán informar a los mismos si existen puntos de vista opuestos por parte de las empresas así como otras cuestiones.
La nueva regulación ha generado una intensa oposición por parte de los fondos de cobertura y otros grupos de presión, que utilizan a las "proxy advisory firms" para impulsar sus agendas. En febrero, el famoso inversor y activista, Carl Icahn, calificó la propuesta de la SEC como un "gran paso atrás" para la transparencia y gestión de las empresas, que hará mucho más difícil responsabilizar a las compañías y sus cúpulas por su bajo rendimiento.