El veterano operador de Quattro Securities, Peter Tuchman, asegura que nos adentramos en una temporada de resultados trimestrales "fascinante" y no en el buen sentido de la palabra. No va desencaminado. El consenso del mercado está preparado ya para que el beneficio por acción (BPA) del S&P 500 registre una caída de al menos el 44%, con todas las miras puestas esta semana en la gran banca de Estados Unidos.
En estos momentos se espera que los resultados del segundo trimestre para los principales bancos del país reflejen el impacto de la pandemia en términos de aprovisionamiento en lo que a posibles pérdidas crediticias se refiere. El mayor riesgo crediticio está asociado con los posibles impagos relacionados con tarjetas de crédito, préstamos comerciales e industriales e hipotecas. Precisamente, desde Goldman Sachs, estiman que el BPA del sector financiero caiga un 69% a medida que los bancos acumulen reservas adicionales ante el un aumento esperado en quiebras y préstamos en mora.
"Antes de la pandemia, la condición de los bancos era robusta y saludable", señala Tuchman. "Ahora, nuestra esperanza es que esa fortaleza nos proteja un poco de una temporada de resultados completamente diezmada por la pandemia. No debemos olvidar que los bancos serán los encargados de sacar a la economía del estado en el que se encuentran en estos momentos", añade.
Sin embargo, para Tuchman, quien ha superado su propio caso de Covid-19, la cuestión principal sigue siendo qué ocurrirá cuando los efectos de los estímulos fiscales desaparezcan. Entre ellos se incluye el pago directo vía cheque de 1.200 dólares a los contribuyentes así como ayudas adicionales de 600 dólares semanales a los subsidios por desempleo. Ésta última medida expira este mes. "El consumidor es el corazón de la economía", recuerda.
Al fin y al cabo, según describe al ser preguntado por las subidas que hemos experimentado desde los mínimos del pasado 23 de marzo, los estímulos y la liquidez bombeada al mercado son cruciales para apoyar el argumento alcista. "Todo ese dinero, en mi opinión, ha goteado al mercado", aclara, mientras considera que los bajista continúan concentrándose más en el estado de la economía.
Es por ello que hace también referencia al conocido como precipicio fiscal, es decir, la situación que puede plantearse una vez que se agote el efecto de los estímulos y se avecine una oleada de impagos, bien de tarjetas de crédito, hipotecas o alquileres. Todo ello en un momento en que el número de infecciones continúa creciendo en el país. "La reapertura no va tan bien, seguimos sumando hasta 65.000 nuevos casos por día y la tasa de mortalidad está empezando a subir", incide Tuchman.
No obstante considera que los máximos históricos que continúa marcando el Nasdaq están justificados porque muchos de sus componentes "son los menos afectados por el virus". "Bien sean las redes sociales, como la gran tecnología, Amazon o Netflix, son valores amistosos en tiempos de pandemia", matiza.
Al hablar de estas subidas tampoco ignora el papel que los inversores de a pie están teniendo en esta situación. "El inversor minorista ha tomado el control de su futuro financiero dado que la tecnología facilita el acceso al mercado", reconoce al tiempo que se declara emocionado de que las personas estén tomando el control de sus inversiones y se involucren en el mercado.
Eso sí, aunque se muestra entusiasmado por el hecho de que entre el 30% y el 40% del volumen de mercado en los últimos cuatro meses haya estado motivado por el pequeño inversor también insiste en que la bolsa "no es un juego" y puede suponer un peligro para el aficionado y novato.