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Expertos atribuyen la bajada del IPCA a la energía y a la menor demanda mundial

Madrid, 27 feb (EFE).- Varios expertos consultados por EFE atribuyeron hoy el nuevo descenso de la tasa de inflación armonizada al efecto que sigue teniendo el abaratamiento de la energía y al descenso de la demanda mundial, y creen que aún no está pesando tanto la caída de la demanda interna española.

La tasa de inflación española se situó en el 0,7 por ciento en febrero, una décima por debajo de enero, según el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios del mismo modo en todos los países de la zona del euro.

A la espera de que se conozcan los datos desglosados de la inflación de este mes, el próximo 12 de marzo, los analistas atribuyen esta nueva bajada al efecto que sigue teniendo sobre la tasa interanual el abaratamiento de la energía.

Para Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales, también está empezando a pesar la caída de la demanda mundial, que hace que desciendan de forma generalizada los precios de productos como los bienes industriales no energéticos o los alimentos, tanto frescos como elaborados.

En su opinión, aún no se están notando tanto en la evolución de los precios los efectos de la caída de la demanda interna española y, más concretamente, del consumo privado.

También para María Jesús Fernández, de la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS), habrá que esperar para ver los efectos de la caída del consumo, y lo que más sigue importando es el "efecto escalón" del abaratamiento del petróleo.

Sin embargo, el analista del Instituto Flores de Lemus Emiliano Carlucho disiente de estas opiniones, y cree que la crisis económica y la caída del consumo se están notando en la inflación desde el mes de diciembre.

Carlucho atribuye así buena parte del descenso de la inflación subyacente -que descuenta del índice general los precios de la energía y los alimentos frescos- al deterioro del gasto de los hogares.

Juan Iranzo, directos del Instituto de Estudios Económicos (IEE), también cree que está teniendo peso la caída del consumo, aunque reconoce que es muy difícil de cuantificar.

En opinión de Iranzo, dicha caída ha tenido un efecto claro en los precios en lo que se refiere a las rebajas de enero y febrero, mucho más intensas que otros años.

En cuanto a las rebajas, que en la mayor parte del comercio se alargaron en febrero, los analistas consultados no creen que hayan tenido especial importancia este mes, ya que todo su peso se notó en enero.

Los expertos siguen manteniendo que la inflación española registrará tasas negativas en los meses centrales del año, lo que no significa que vaya a haber deflación.

Nuria Bustamante, de Caja Madrid, explicó a Efe que para que haya deflación se tiene que registrar una tasa negativa de inflación de forma "persistente" en el tiempo, y la caída de los precios tiene que ser generalizada para todos los productos de la cesta de la compra.

A este respecto, Emiliano Carlucho sostuvo que el escenario de deflación es muy improbable, aunque sigue siendo necesario un ajuste de los precios en productos como los bienes industriales no energéticos, que son los que más han acumulado ganancias de productividad por sus avances tecnológicos y ahora, debido a su exceso de capacidad, pueden permitirse una bajada.

Juan Iranzo cree que ya en mayo se llegará a tasas de inflación negativas, aunque también descarta la deflación observando la subyacente, que no cree que llegue a registrar tasas negativas.

El director del IEE valoró en cualquier caso la caída de los precios, que permite mantener el poder adquisitivo de las rentas en un momento como el actual marcado por el deterioro del empleo y también debe ayudar a mejorar la competitividad de la economía "vía salarios", con una negociación colectiva que recoja la evolución del IPC.

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