
El pulso entre la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobierno de Xi Jinping ha convertido a la Bolsa de Hong Kong (HKEX) en la tercera plaza bursátil con la mayor capitalización del mundo, aumentando su margen con la Bolsa de Londres (LSE) a su brecha más amplia en más de dos meses.
Con un valor de mercado que esta semana tocó los 47.100 millones de dólares, la matriz de la bolsa hongkonesa saca una ventaja sobre la bolsa londinense, cuya capitalización alcanza los 35.700 millones de dólares y se postula como su principal contrincante. La LSE ha creado un canal de inversión transfronterizo con Shanghai y rechazó una oferta de adquisición por parte de HKEX el año pasado.
Los títulos de la Bolsa de Hong Kong se han recuperado desde los mínimos de marzo y afianzan su posición como la tercera bolsa cotizada más grande del mundo por detrás de CME Group e Intercontinental Exchange, la matriz de la Bolsa de Nueva York (NYSE).
Las tensiones entre Washington y Pekín han generado cada vez más especulaciones de que muchas de las compañías chinas que cotizan en EEUU elegirán a Hong Kong como su plaza bursátil de cabecera a la hora de emisiones secundarias. HKEX también ha diezmado a la Singapore Exchange, la Bolsa de Singapur, a la hora de hacerse con un contrato para ofrecer productos derivados vinculados a los índices subyacentes compilados por MSCI que siguen acciones en Asia y mercados emergentes.
Trump dijo el pasado viernes que su administración revisará las prácticas de las compañías chinas que cotizan en plazas bursátiles como el NYSE o el Nasdaq. Paralelamente, el Senado aprobó recientemente con un voto unánime un proyecto de ley que requerirá que las empresas que recauden capital en los mercados de EEUU certifiquen que "no son propiedad ni están controladas por un gobierno extranjero" y cumplan con las auditorías patrias o, de lo contrario, serán expulsadas.
Las bolsas más grandes a este lado del Atlántico, acogen más de 156 compañías chinas, con una capitalización total aproximada de 1,2 billones de dólares. A finales del año pasado, Alibaba orquestó una emisión secundaria en la Bolsa de Hong Kong que recaudó 11.000 millones de dólares. Ahora se espera que con el cisma entre EEUU y China, las compañías del gigante asiático que cotizan en el mercado estadounidense vean en la Bolsa de Hong Kong una alternativa segura a cualquier posible represalia por parte del gobierno estadounidense.