¡Diversifica con madera! (pero de reforestación)
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La inversión en proyectos de reforestación en el pasado ha estado vetada sólo para grandes inversores y fortunas. Hasta hace bien poquito la posibilidad de invertir en plantaciones forestales sostenibles estaba limitada a unos pocos afortunados, debido en primer lugar a la alta inversión inicial necesaria para la compra, el establecimiento y mantenimiento de la misma, unido al largo plazo --mínimo seis años hasta ciclos de 50 años-- de maduración de la cosecha, con el añadido del tamaño minino necesario donde era preciso cultivar al menos unas 30 ó 50 hectáreas útiles de área de cultivos (es decir fincas con 50-100 hectáreas brutas) para que tuviera viabilidad y sentido el esfuerzo realizado. Todo esto no permitía, que el pequeño o mediano inversor pudiera ni siquiera plantearse una de las mejores opciones de futuro para su cartera o portfolio a largo plazo.
No hay duda sobre el sector (plantaciones forestales) y su atractivo futuro, ya que UBS (uno de los mayores bancos suizos), las universidades de Harvard y Yale, la FAO, empresas como Benetton, Shell, Procter & Gamble y un montón de grandes fortunas han entrado con inversiones millonarias en este sector para perder hasta la camisa, pero pensamos honestamente que no simplemente se han documentado, sino que han hecho sus deberes y han diversificado en un activo con una baja volatilidad, buena rentabilidad a largo y baja o nula correlación con el resto de mercados y con un futuro realmente alentador.
La madera certificada es la materia prima renovable y deficitaria que mayor volumen de transacciones económicas genera a nivel mundial tras el petróleo, constituyendo una importante fuente de riqueza para los países productores. La madera es un material bio-renovable, sostenible, cultivable y emite CO2 positivo. La madera es una sustancia dura y resistente que constituye el tronco de los árboles; se ha utilizado durante miles de años como combustible, materia prima para la fabricación de papel, mobiliario, construcción de viviendas y una gran variedad de utensilios para diversos usos.
Este noble material, fabricado por la naturaleza con un elevado grado de especialización, debe sus atributos a la complejidad de su estructura. Es además renovable, cálido y su producción puede ser generada de forma organizada y sostenible. Por ello, desarrollar plantaciones amigables es una actividad ética y socialmente responsable, y un compromiso con el Medio Ambiente.
La inversión en proyectos de reforestación sostenida aporta solidez, baja correlación y volatilidad, y una atractiva rentablidad para su cartera a largo plazo. Las plantaciones sostenibles son un complemento a su cartera a medio y largo plazo y un excelente estabilizador de carteras para fondos institucionales y planes de pensiones.
Invertir en árboles contribuye en gran medida a proteger el Medio Ambiente y mantener la biodiversidad, al mismo tiempo que ayuda a frenar el cambio climático, y obtener una atractiva rentabilidad a largo plazo. La inversión forestal ofrece una baja o nula correlación con otras inversiones y está encuadrada dentro de un sector con demanda en crecimiento y una oferta limitada.
Los beneficios de la inversión forestal en el pasado han sido muy atractivos y la rentabilidad esperada a largo plazo es muy competitiva. En cuanto a la baja volatilidad existe una baja o nula correlación con el resto de activos o productos de inversión --Bolsa, renta fija, inmobiliario, etc-- mientras que en seguridad de Cash-flows, el crecimiento de la plantación es predecible.
La situación mundial de la oferta y demanda es muy favorable a medio y largo plazo, y las plantaciones permiten tener flexibilidad a la hora de vender al mercado. También existe la posibilidad de adelantar o retrasar las cosechas en función de las condiciones de mercado ya que la madera y sus productos no son perecederos como los productos agrícolas y no requieren almacenes especiales.
Además, la madera tiene un precio libre en el mercado y no está subsidiada por los gobiernos; existe un universo de compradores y no un monopolio demandante y los productos forestales pueden ser vendidos en pie, en rollo, en tablas o en productos terminados; así como por unidades, en lotes pequeños o en lotes grandes.
A modo de conclusión, la relación entre la rentabilidad y volatilidad de la madera y entre otros activos sugiere que, a largo plazo, la madera permite obtener atractivas rentabilidades. Además, la madera se ha relacionado positivamente y directamente con la tasa de inflación lo que sugiere que las inversiones en plantaciones son un vehículo eficaz para la preservación del capital durante períodos inflacionistas.
Por otro lado, la madera se ha correlacionado negativamente con otro tipo de inversiones al tener poco riesgo sistemático y contar con el potencial de reducir la volatilidad de su portfolio de inversiones. Seguramente, la atractiva rentabilidad está relacionada con la iliquidez del producto a corto y medio plazo, y los inversionistas pueden requerir un premio o mayor tasa de retorno dado la falta de liquidez.
En cualquier caso, las inversiones en bosques y plantaciones deben ser particularmente atractivas para los inversores que puedan aceptar la falta de liquidez y que deseen estabilizar y diversificar sus carteras. En definitiva, es un valor refugio complementario que debe estar presente en una cartera de inversiones bien diversifica y gestionada.
Eliseo Quintanilla.
Director General de Ecobosques.
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