
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pedirá prestados un récord de 2,99 billones de dólares entre los meses de abril y junio, multiplicando así por cinco la cantidad registrada en el punto álgido de la crisis financiera, para poder financiar así los esfuerzos por paliar la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus.
El Departamento del Tesoro dijo el lunes que espera emitir un total de 3,7 billones de dólares en deuda durante la segunda mitad del año fiscal en curso, que culmina el próximo 30 de septiembre. De hecho, entre julio y septiembre captará otros 677.000 millones de dólares más. De esta forma, la emisión total de deuda alcanzará los 4,5 billones de dólares en 2020, un 251% más que los 1,28 billones de dólares emitidos en 2019.
Todo esto se lleva a cabo en un momento en que la mayor economía del mundo ha aprobado ya estímulos fiscales por valor aproximadamente 3,5 billones de dólares para mitigar los efectos colaterales del coronavirus y las medidas de confinamiento. En las últimas seis semanas, el país acumula ya más de 30 millones de desempleados y se proyecta que la tasa de paro alcanzó el mes pasado el 16%, la más alta desde la Gran Depresión.
Desde el pasado 1 de marzo, la deuda pública de EEUU ha crecido en 1,5 billones de dólares hasta un total de 24,9 billones, un aumento del 6,4%. El déficit presupuestario hasta marzo, o los primeros seis meses del año fiscal 2020 que comenzó en octubre de 2019, alcanzó los 744.000 millones de dólares.
Antes de la pandemia se había proyectado que el gobierno estadounidense registraría un déficit de aproximadamente 1 billón de dólares al cierre de su año fiscal, lo que representa la brecha entre el gasto y los ingresos. Dicho esto el gran aumento en el gasto y la fuerte disminución en los ingresos hacen pensar que dicha brecha puede alcanzar más de 3,5 billones de dólares. EEUU pide prestado dinero para cubrir este saldo emitiendo deuda.