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Microsoft vale en bolsa casi dos veces más que todo el sector energético del S&P 1500

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Dado que los precios del petróleo siguen cayendo, el sector de la energía es ya oficialmente el más pequeño de los once sectores principales dentro del S&P 1500, incluye a compañías de gran, mediana y pequeña capitalización, según datos recopilados por Bespoke a comienzos de esta semana. La energía representa solo el 2,63% de este indicador, alrededor de dos puntos básicos por debajo del siguiente sector más pequeño, el de materiales, con un 2,65%. El sector inmobilario y el de servicios públicos se postulan como los subsecuentes con menos peso con una ponderación del 3,41% y 3,49%, respectivamente.

En la parte superior, sigue liderando la tecnología con una ponderación del 24,78%, o aproximadamente 10 veces el tamaño de la energía. El sector de salud ocupa el segundo lugar con un 15,71%. Si sumamos ambos, estos representan más del 40% del S&P 1500 tras la pandemia del coronavirus. Los siete sectores más pequeños tienen un peso combinado que es aún menor que el de la tecnología y el sector sanitario.

Lo más notable es la comparación de las compañías individuales más grandes con sectores enteros de la economía. Microsoft ahora es casi dos veces más grande que los sectores de energético y el de materiales, o dicho de otra manera, los sectores de energía y materiales combinados son apenas más grandes que la de Redmond, Washington.

Apple y Amazon también son más grandes que los cuatro sectores más pequeños del mercado. En el caso de Alphabet, su capitalización se encuentra en medio de los sectores de materiales y el inmobiliario. Los cuatro gigantes tecnológicos representan aproximadamente el 17% del S&P 1500, mientras que los cuatro sectores más pequeños del índice, donde se incluyen 339 compañías, representan solo el 12,2% del indicador.

Fuente: Bespoke

El sector energético del S&P 500 ya ha caído más de un 43% este año hasta finales de la semana pasada, el peor desempeño entre los sectores del índice. A pesar de ese tremendo descenso, nadie puede decir con certeza cuándo la demanda de petróleo se recuperará lo suficiente como para sacar a los productores estadounidenses extremadamente endeudados de posibles impagos y quiebras.

"Cuando se trata de países no pertenecientes a la OPEP, cuyas empresas están reduciendo la producción debido a la interacción de costes y precios, esperamos que la producción se reduzca para el resto del año", señala Edward Morse, estratega jefe global de Citi. "Para Estados Unidos, Canadá, México y Brasil, la pérdida total combinada probablemente superará los 3 millones de barriles diarios para finales de año y parte de ella no regresará ya que algunos productores entran en quiebra", añade.

A medida que las empresas han reducido radicalmente su inversión de capital en la producción de petróleo, lo que ocurre cuando los precios del crudo caen por debajo del coste de producirlo, también gastarán menos dinero en otros menesteres, como la perforación, algo que acorrala al sector de servicios petroleros. Esto, a su vez, también impactará dramáticamente a los estados dependientes de la actividad petrolera, como es el caso de Texas, Oklahoma, Dakota del Norte y Pensilvania.

Dentro del S&P 1500, que incluye el índice S&P 500, el Mid Cap S&P 400, y el Small Cap 600 S&P, el sector energético agrupa un total de 82 empresas. De estas, algunas con los niveles más altos de deuda neta (deuda total menos efectivo) respecto al capital total incluyen a Tetra Technologies (94,5%), Equitrans Midstream Corp (89,2%) y Apache Corp (71,3%).

Según el bufete de abogados Haynes and Boone, especializado en el sector energético, entre enero y abril se registraron un total de siete peticiones para el cobijo de algunos de los capítulos de la Ley de Quiebras, acumulando un total de 7.724 millones de dólares en deuda, de la cual 2.629 millones no estaría asegurada mientras que 5.094 millones sí.

Entre 2015 y 2020 se han registrado un total de 215 quiebras hasta comienzos de abril, con una deuda total de 129.409 millones de dólares, de la que más de 50% no está asegurada, es decir, no está respaldada por garantías. De esta forma, si el prestatario no cumple con el préstamo, es posible que el prestamista no pueda recuperar su inversión.

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