Si ahora mismo le preguntasen cuál es la mayor inmobiliaria española en función de su valor bursátil / patrimonio seguro que estaría pensando en alguna de las compañías que han vivido el boom del ladrillo de los últimos años. Pasaría por su cabeza el nombre de Metrovacesa o de Colonial. Pero la respuesta es incorrecta, porque el ganador de este ranking es el fondo inmobiliario Banif, cuyo valor en bolsa asciende a 3.266 millones de euros. Todo lo que tiene que saber si es partícipe del fondo.
El segundo lugar lo ocupa Metrovacesa, con 2.577 millones de euros. En el tercer y cuarto puesto también están posicionados fondos inmobiliarios de bancos, el del BBVA y el de Banco Sabadell , respectivamente. Las inmobiliarias Afirma Grupo Inmobiliario , Reyal Urbis y Martinsa Fadesa (suspendida la cotización) ocupan los siguientes puestos, pero a años luz del primero y con valores en bolsa por debajo de los mil millones.
Un camino de espinas
Esta radiografía deja claro que las sociedades de inversión colectiva han sido pesos pesados del sector del ladrillo, bajo el reinado del fondo inmobiliario del Santander. Pero no todo permanece para siempre, y el primero puede pasar a puestos intermedios, y en especial cuando ha sido víctima del pinchazo de la burbuja inmobiliaria experimentado en el mercado español.
Un ejemplo es el Santander Banif Investment, cuyo valor puede verse reducido hasta los 649 millones de euros como consecuencia de la futura salida del 80% de sus inversores. Por lo tanto, este vehículo de inversión bajaría muchos escalones en este gran edificio del sector, de manera que pasaría de estar en la planta noble del inmueble al piso octavo.
Este descenso se realizará a lo largo de los próximos dos ejercicios, plazo en el que el fondo se deshará de propiedades para poder pagar los reembolsos a sus inversores infieles. El problema es que con las actuales circunstancias de mercado inmobiliario y financiero vender una propiedad a veces se convierte en un camino de espinas. Expertos del sector señalaron a este diario que el fondo inmobiliario va a tener bastantes dificultades para vender sus activos. ¿El motivo? Las inmobiliarias han sacado al mercado casi todas sus joyas de la corona para reflotar su situación financiera. Ahora mismo hay muchas propiedades ubicadas en la zona centro de las principales ciudades españolas que están a la venta, y que, además, cuentan con calidades e inquilinos con contratos de alquiler de larga duración.
Cualidades perfectas para que algún pretendiente quiera comprar ese activo. Aplicando la ley de mercado, ante tanta oferta de calidad de edificios a la venta y poca demanda de interesados en comprar, el precio tenderá a la baja.
También hay que tener en cuenta que invertir en la compra de edificios en España no es tan rentable si se compara con el resto de mercados europeos, señalan los mismos expertos. Por ejemplo, en la City de Londres la compra de un edificio da una rentabilidad que oscila entre el 7 y 8%. Mientras que en Madrid ese porcentaje se sitúa entre el 5,5 y 6,5%. Ante estas cifras, los inversores se marchan a Londres. Por eso, los expertos del sector creen que el fondo inmobiliario del Santander tendrá que bajar los precios para ser competitivo y poder enajenar sus edificios. En algunos casos, a su juicio, los tendrá que malvender, ya que los compraron en pleno boom inmobiliario.
Está claro que encontrará antes pretendientes con buenas ofertas para su cartera de oficinas o centros comerciales que para su parqué de pisos, que supone más de la mitad del total de propiedades que maneja el fondo inmobiliario del Santander.