
Para mantener nuestro mismo nivel de vida en la jubilación podemos acometer una serie de acciones que nos ayudarán a administrar nuestro dinero. Durante toda la vida laboral podemos intentar gestionar nuestro patrimonio para obtener rentabilidad de cara al futuro. Las inversiones pueden ser de muchos tipos, pero dependiendo del capital de que dispongamos y de los riesgos a asumir, podemos invertir en diferentes opciones, entre las que se incluye la de contratar un plan de pensiones.
Los planes de pensiones son un complemento a la jubilación y sirven para tratar de ajustar la cantidad mensual percibida y mantener un nivel de vida semejante a cuando estábamos en activo. Cuando un trabajador se jubila, la cantidad mensual que percibe es notablemente inferior, mientras que los gastos siguen siendo iguales.
De esta forma, los planes de pensiones suponen una opción muy útil. Funcionan como una suerte de hucha, que nos guarda nuestro banco y que, al crecer en aportaciones de dinero, busca generar rendimientos a largo plazo.
Mucha gente cree que este tipo de inversiones son solo para ricos, para altos patrimonios, pero no es así. Los planes de pensiones están al alcance de todos los ahorradores, porque cada plan es distinto e impone unas condiciones concretas.
En el IRPF, el usuario se puede restar de la base imponible las aportaciones que haya realizado al plan de pensiones durante el ejercicio anterior
Así, hay planes que exigen cuotas fijas y otros en los que las aportaciones son puntuales, pero la gran mayoría se adaptan a las necesidades de cada cliente.
Además, estos productos financieros aportan ventajas fiscales: desgravan a la hora de presentar la declaración de la renta. En el IRPF, el usuario se puede restar de la base imponible las aportaciones que haya realizado al plan de pensiones durante el ejercicio anterior, con lo que se reduce dicha base, es decir, la cantidad sujeta a gravamen. Tiene un límite, que se sitúa en 8.000 euros. A esto se une que se puede traspasar un plan de pensiones sin tributar.
Es importante anticiparnos y ver este tipo de acciones como un ahorro previo a la jubilación, porque cuando lleguemos a ese momento cada vez será más difícil. Cuanto antes empecemos más ahorraremos, menos nos costará y más posibilidades tendremos de obtener buenos rendimientos en términos de rentabilidad.
Tendemos a medir el tiempo por los acontecimientos que suceden inmediatamente, nos cuesta tener una visión de futuro, pero, aunque veamos la jubilación como algo muy lejano, no debemos olvidar que estamos invirtiendo en nuestros ingresos a largo plazo.
Planes de pensiones digitales
Dentro de toda la oferta disponible en este tipo de productos, Bankinter ha estrenado recientemente un plan de pensiones, para incentivar el ahorro de cara a la jubilación. Se trata del primer plan de pensiones que lanza un banco español que es, por un lado, que se gestiona de forma 100 por cien digital y con la novedad de que invierte en fondos que cotizan (se denominan ETF's, las siglas en inglés de Exchange Traded Funds).
Hay que apuntar que los gestores digitales de inversión han aterrizado recientemente en nuestro país. En 2018, Bankinter lanzó su gestor digital automatizado, los denominados roboadvisor, siendo el primer banco español en hacerlo. Se trata de servicios digitales que cuentan con una usabilidad flexible y muy sencilla.
Este tipo de gestor digital aúna lo mejor de la tecnología con lo mejor de los equipos humanos. Aunque los trámites están automatizados, hay una parte esencial que sigue quedando en manos de los expertos del banco y que es la decisión de en qué fondos invierte el plan de pensiones con el objetivo de buscar las mayores expectativas de rentabilidad.
Además, son muy sencillos y permiten invertir de manera rápida y simple, eso sí, como en toda inversión, depende de hasta dónde queramos llegar. En este caso, Popcoin combina el uso de algoritmos con la gestión de profesionales expertos muy cualificados que deciden dónde invierte el plan de pensiones: en qué fondos y de qué mercados.
Cada vez crecen más los perfiles que demandan soluciones de inversión 100% digitales
Invertir siempre entraña riesgos. Por ello, antes de hacerlo debemos evaluarnos para saber qué tipo de inversores somos. En el gestor digital de inversiones de Bankinter, existen muchas posibilidades y nosotros como inversores decidimos.
De esta forma, Popcoin ofrece posibilidades para tres perfiles distintos de inversor: conservador, moderado y dinámico. Si somos inversores conservadores, nos decantaremos por un plan con perfiles de riesgo bajo, con exposición de hasta el 25 por ciento en renta variable mundial. Si, por el contrario, somos más dinámicos, arriesgaremos más, eligiendo un plan de pensiones que invierte en fondos con una mayor exposición a la bolsa, a renta variable, con un mínimo de un 30 por ciento y un máximo de un 75 por ciento del total. Si estamos en el punto medio buscaremos un equilibrio entre ambas, con un peso en renta variable mundial entre un 30 y un 50 por ciento. En todos los casos se trata de inversiones de ámbito global, es decir, son fondos elegidos de forma muy selectiva de entre una amplia gama de fondos internacionales.
Aunque el proceso es digital, el inversor recibe información de forma periódica para estar al tanto de la evolución de su plan de pensiones y de los eventuales cambios que se puedan hacer en la composición del plan. El equipo de expertos de Bankinter decide de forma periódica y también cuando hay eventos de mercado que lo aconsejen, si hay fondos que cambiar dentro del plan y por cuáles se sustituyen.
De esta forma, Popcoin no se basa en soluciones estadísticas automatizadas, sino que el equipo de gestión del banco analiza y valora las inversiones. La parte automatizada está en el resto de los procedimientos, algo muy valorado por los inversores ya que, en los últimos años, cada vez crecen más los perfiles que demandan soluciones de inversión 100 por cien digitales, que no requieran de ningún tipo de trámite físico ni demanden ir a una sucursal.
Incentivos para el cliente
Actualmente, Popcoin tiene en vigor una campaña con la que ofrece abonos en efectivo del 2,5 por ciento para un máximo de 3.000 euros, para aquellos ahorradores que traspasen sus planes de pensiones procedentes de otras entidades.
Esta promoción está vigente hasta el 31 de diciembre y los abonos se realizarán entre el 1 y el 15 de julio de 2020, eso sí, los clientes deben comprometerse a una permanencia de cinco años. Se trata de un plazo mínimo, ya que hay que entender el plan de pensiones como un instrumento de ahorro a largo plazo.
Además, para aquellos que no sean clientes de Bankinter existe la posibilidad de contratar uno de estos planes de pensiones invirtiendo un mínimo de 1.000 euros. En cuanto a los costes para los clientes, estos planes de pensiones tienen un esquema de precios transparente: hay una comisión única del 0,8 por ciento, que se desglosa en 0,7 por ciento en concepto de gestión y un 0,1 por ciento, por depositaría.
En la era digital, donde casi todo se obtiene a través de un solo click, estas soluciones tecnológicas ofrecen muchas ventajas. Además de estar al alcance de todos, abaratan costes y agilizan los procedimientos. Están, asimismo, diseñadas para inversores digitales que quieren elegir de forma fácil y rápida el plan que mejor se adapte a su perfil.
De cara a la jubilación, sin pecar de pesimistas, podemos intentar anticiparnos a nuestro escenario de ingresos futuros y buscar soluciones para complementarlos. Los planes de pensiones ofrecen muchas ventajas: a la sencillez y seguridad, se suman las infinitas posibilidades, los beneficios fiscales y la búsqueda de la rentabilidad, además de ser productos que pueden traspasarse sin obstáculos.
Muchos expertos recomiendan que la jubilación se gestione con tiempo y, cuanto antes lo hagamos, más ahorraremos y podremos optar a mejores condiciones. Entre todas las opciones disponibles en la actualidad la de un plan de pensiones es la más específica. Este tipo de soluciones han llegado para quedarse. La ventaja de las que son 100 por cien digitales radica en que cualquier inversor puede hacer uso de ellas: tan solo necesita un ordenador y su propia cuenta bancaria.