EURUSD
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La idea de los inversores de incluir en su cartera títulos con pasaporte extranjero está ganando cada vez más adeptos en el mercado español. Las carteras expuestas a activos denominados en divisas diferentes al euro crecen y luchan contra el que está considerado como "uno de los mayores males endémicos entre los inversores nacionales".
Ampliando el caladero en el que lanzar las redes más allá de las fronteras de la eurozona, lo que pretenden muchos inversores es conseguir unos rendimientos más elevados. Sin embargo, una rentabilidad más alta implica tener en cuenta un mayor número de factores que, como en la noche de Halloween, pueden acabar dando mucho miedo... o no.
Y es que el efecto divisa puede erosionar o incrementar sensiblemente la rentabilidad de una cartera si no se invierte con productos que tengan cubierto este efecto, como los fondos hedged o de cobertura. Por eso, se han desarrollado herramientas que permiten compensar los vaivenes de las divisas... o potenciarlos si se quiere aprovechar una determinada tendencia. En este sentido, existen varias formas de lidiar -en uno u otro sentido- con el impacto del tipo de cambio a parte de invirtiendo al contado en el mercado de forex.
Una de ellas es hacerlo a través de un fondo de divisas o ETF (producto cotizado). Por ejemplo, el inversor de la eurozona puede posicionarse en contra del dólar y usarlo para defenderse de una apreciación del euro. Si sube la moneda común, ganaría lo mismo que la pérdida ocasionada en su cartera por la depreciación del billete verde. El coste será la comisión que cobre el fondo más la operativa del bróker. Por contra, puede aprovechar también para invertir con el mismo vehículo a favor de la moneda estadounidense y enfatizar las ganancias obtenidas de un alza del billete verde.
Otra vía es usar derivados como futuros, opciones o CFD, que ofrecen un gran abanico de posibilidades. "La sofisticación de los departamentos financieros y la búsqueda de una mayor competitividad empresarial y control de riesgos ha hecho que su uso aumente", aseguran desde Afex, especialista en gestión de riesgos cambiarios, desde donde aseguran haber incrementado la búsqueda de soluciones ad hoc para cada cliente porque "hay un producto para cada necesidad".
Además, otra opción es entrar en fondos monetarios que estén denominados en divisa extranjera. Una vía por la que el inversor asume un riesgo adicional, el del tipo de cambio, pero también puede conseguir retornos más elevados si elige con tino.
El mejor momento para usar estas herramientas
Una vez seleccionados los vehículos para conseguir maximizar o reducir el efecto divisa, la cuestión es identificar el mejor momento en el que utilizarlos. Sobre todo, a sabiendas del riesgo de ver mayores descensos que afronta uno de los pares más negociados del mundo, el euro/dólar, que vive semanas elevada volatilidad.
"El euro/dólar está tratando de retomar los ascensos que se imponían antes de la última consolidación. Estos ascensos nacieron en la base de la cuña que viene acotando la corrección bajista de los últimos meses y que en teoría es potencialmente alcista", asegura Joan Cabrero, de Ecotrader.
"De la ruptura al alza de esta cuña", prosigue el experto, "cuyo techo se encuentra en la zona de los 1,12-1,1240 dólares por euro, depende que podamos confiar en las posibilidades de ver una reestructuración alcista que deje atrás la tendencia bajista que nació en los 1,2550".
Si este escenario se diera sería la oportunidad idónea para que el inversor europeo cubriera su cartera ante una probable caída del dólar que podría.
Otro de los cruces que está en el centro de todas las miradas es el de la libra contra el dólar, un par que vive en los últimos meses al son de los vientos que genera la salida de Reino Unido de la UE. El par vive desde mediados de agosto un alza del 7,5% al calor de la revalorización que acumula la divisa británica frente a sus cruces más negociados.