
"Como nadie hacía nada, empecé a sentir miedo por la seguridad de mi familia". Con estas palabras ha descrito Harry Markopolos al Congreso de EEUU la sensación provocada por la indiferencia de la SEC ante sus denuncias contra Madoff. Durante años, las autoridades estadounidenses ignoraron sus advertencias sobre Madoff. Lea aquí todas las noticias del caso Madoff.
Markopolos era el jefe de inversiones de Rampart Investment Management, una firma rival de Bernard L. Madoff de Boston. Cuando le pidieron que igualase la rentabilidad de los fondos de su competidor, comenzó a investigar las operaciones del ex presidente del Nasdaq.
Pasividad de la SEC
Fue entonces cuando descubrió que las inversiones de Madoff no eran claras y sus ganancias, imposibles, e hizo llegar esta información al regulador bursátil estadounidense. En mayo del año 2000, el gestor proporcionó a la SEC de Boston pruebas sobre las irregularidades cometidas por Madoff a partir de las que "deberían haber iniciado una investigación".
Durante los nueve años siguientes, Markopolos continuó entregando al regulador evidencias de la estafa que el inversor ahora detenido estaba llevando a cabo. "Hasta que Madoff fue arrestado, la SEC no se dio cuenta de que había recibido pruebas creíbles de su esquema Ponzi", señaló.
Esta pasividad del supervisor ha hecho mella en Markopolos, quien dejó notar su enfado al referirse a algunos de sus empleados. Por ejemplo, de Meaghan Cheung, la empleada de la SEC de Nueva York con la que contactó en 2007 afirmó que "su arrogancia era altamente no profesional, teniendo en cuenta su responsabilidad y su cargo". Según el gestor, Cheung nunca llegó a comprender lo que él explicaba en sus informes, pero nunca le hizo ninguna pregunta.
Actualmente, Madoff continúa bajo arresto domiciliario vigilado, mientras que las autoridades encargadas de su caso investigan sobre la posible implicación de su mujer y sus hijos en la trama. Con su estafa, Madoff ha causado pérdidas que podrían superar los 50.000 millones de dólares.