Por Ingrid Melander y Michel Rose
PARIS (Reuters) - El Frente Nacional, de Marine Le Pen, fracasó en las elecciones regionales francesas del domingo, en un revés para las esperanzas de la líder de extrema derecha de ser una candidata de peso para las elecciones presidenciales del 2017.
La segunda vuelta electoral, en la que los conservadores ganaron siete regiones y los socialistas cinco, no fue una victoria real para ninguno de los dos partidos principales, afectados por la creciente atracción de desilusionados votantes hacia la extrema derecha.
El FN consiguió un histórico resultado la semana pasada al encabezar la primera ronda de los comicios regionales, impulsado por el miedo ante la crisis de refugiados en Europa y los atentados de Estado Islámico que dejaron 130 en París hace un mes.
Aunque no ganó ninguna región el domingo después de que los socialistas se retiraron de las principales áreas e instaron a sus partidarios a apoyar a los conservadores del ex presidente Nicolas Sarkozy, el FN igualmente tuvo el mejor desempeño en su historia.
"Hoy no hay lugar para el alivio o el triunfalismo", dijo Valls. "El peligro que representaba la extrema derecha no se ha ido, estamos lejos de eso", advirtió.
Sarkozy emitió declaraciones similares, describiendo la fuerte votación del FN como una "amenaza enviada a todos los políticos, nosotros incluidos, en la primera ronda".
"Ahora tenemos que debatir a fondo las preocupaciones de los franceses, que esperan respuestas firmes y precisas", agregó.
Le Pen, que esperaba usar los resultados regionales como plataforma para sus posibilidades en las elecciones del 2017, perdió por un amplio margen en el norte de Francia el domingo, con un 42,8 por ciento de los votos en la segunda vuelta contra un 57,2 por ciento de los conservadores.
En el sureste, otra región clave para el FN donde se había postulado la sobrina de Le Pen, Marion Marechal-Le Pen, los conservadores obtuvieron un 53,7 por ciento, contra un 46,2 por ciento del FN, mostraron resultados oficiales basados en un conteo del 84 por ciento de los votos.
Con cinco regiones ganadas de 13, los resultados para los socialistas no fueron tan malos como temían, aunque igualmente representaron una enorme derrota. En las elecciones del 2010 habían obtenido 21 de las 22 regiones.
Las elecciones regionales, las últimas antes de los comicios presidenciales y parlamentarios del 2017, eran vistas como una prueba para los principales candidatos, Hollande, Sarkozy y Le Pen.
(Reporte adicional de Matthias Blamont, Morade Azzouz y Geert De Clercq; escrito por Andrew Callus, editado en español por Patricia Avila)
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