MADRID (Reuters) - España aprobó el viernes las bases sobre las que elaborará los presupuestos de 2013 y dibujó las proyecciones de los dos años siguientes en un contexto de continuada recesión y elevado desempleo que no contempla un crecimiento económico hasta 2014.
Según el cuadro macroeconómico aprobado por el consejo de ministros el viernes, la economía española vivirá en 2013 su segundo ejercicio de recesión consecutiva por primera vez desde finales de la década de los 50, con la proyección de una caída del 0,5 por ciento del PIB.
Sin embargo y tras aprobar la semana pasada un ajuste de 65.000 millones de euros en dos años y medio para cumplir con las exigencias de déficit de Bruselas, el Ejecutivo mejoró en dos décimas su objetivo de recesión para el actual ejercicio anunciado en abril y fijado ahora en una meta contractiva del 1,5 por ciento.
Pese al prolongado perfil recesivo, diversos analistas no dudaron en calificar de "optimista" el escenario después de los duros ajustes de gasto y subida de la presión fiscal del Gobierno que, empeñado en cumplir con la reducción del déficit, parece resignado a sacrificar el plazo de la recuperación.
"Me parece que la previsión de decrecimiento del Gobierno para el año que viene se queda bastante corta", dijo Ángel Laborda, economista jefe de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas).
El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, advirtió que las proyecciones no están exentas de riesgos: "(Las previsiones) están marcadas a partir de 2014 y 2015 por una incertidumbre realmente elevada, propia del momento que estamos atravesando".
A pesar del esfuerzo de consolidación, los crecientes gastos de la seguridad social y de financiación de la deuda por el aumento de la prima de riesgo elevarán el techo de gasto en un 9,2 por ciento sobre 2011 hasta 126.792 millones de euros, aunque, excluidos los intereses (9.000 millones de euros más) y la aportación a la seguridad social, el límite de gasto disminuirá en un 6,6 por ciento hasta 73.255 millones de euros.
De hecho, en esencia la política de austeridad continuará con un recorte del 12,2 por ciento del gasto de los ministerios.
El avance presupuestario incluyó también proyecciones hasta 2014 y 2015, años en los que el Gobierno ya proyecta crecimientos de la economía del 1,2 y 1,9 por ciento del PIB, respectivamente.
El Ejecutivo presentó sus previsiones en la misma sesión en la que el Eurogrupo aprobó los términos del acuerdo del rescate a la banca española y poco después de que Valencia anunciase que va a recurrir al auspicio del Estado para financiar la deuda que vence este año.
Los mercados castigaron con especial virulencia a los activos españoles con la bolsa registrando su mayor caída en más de dos años y la prima de riesgo en máximos históricos.
Tanto el ministro de Hacienda como la vicepresidenta del Gobierno insistieron en que España está haciendo lo que debe y que el castigo de los mercados obedece a las dudas sobre el proyecto del Euro y animaron a sus socios a ser más ágiles en la consolidación del proyecto.
El recurso de Valencia a la financiación a través del Estado mereció el calificativo de "rescate" por diversos medios y, según operadores, incidió en el aumento de la prima de riesgo. Montoro, que negó que el recurso al Real Decreto para la financiación de las comunidades supusiese un rescate, dijo mostrarse generalmente satisfecho con las revisiones que el ministerio está llevando a cabo sobre la consolidación de las distintas regiones.
DESTRUCCIÓN DE EMPLEO SEGUIRÁ EN 2013
Las perspectivas lanzadas el viernes por el Gobierno no plantean que se cree empleo hasta el año 2014, con una tasa de desempleo que tocará su máximo este año en el 24,6 por ciento y se relajará progresivamente hasta el año 2015, cuando el Ejecutivo prevé un paro del 21,8 por ciento de la población activa.
La fuerte sangría del empleo en España es una de las principales preocupaciones para una economía que seguirá en recesión por lo menos hasta 2013, año en el que se destruirá un 0,2 por ciento de empleo en datos de la EPA frente al 3,7 por ciento que se destruirá este año.
Precisamente esta fuerte tasa de paro y el consiguiente pago de las prestaciones por desempleo será uno de los principales lastres para los presupuestos venideros, con un importante coste para las arcas del Estado, que tendrán que asumir 6.683 millones de euros más que el año anterior por las aportaciones a la seguridad social.
De hecho, estas perspectivas suponen que el Ejecutivo concluirá su legislatura en 2015 con una tasa de paro dos décimas superior a la que encontró en 2011 cuando ganó las elecciones generales.
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