Que un orangután se caiga de la risa por un truco de magia demuestra varias cosas: que hay gente muy original (¿por qué se le iba a ocurrir a alguien hacer eso en su visita a un zoo?) y que estos animales se han ganado el puesto de los más inteligentes del planeta.
Ocurrió en el Zoo de Barcelona. El truco es el típico en el que algo desaparece. En este caso, el hombre que lo realiza esconde una castaña en un vaso y, ante la atenta mirada del primate, la hace 'desaparecer'.
El animal, que observa con atención cada paso del truco desde el otro lado del cristal, tarda un segundo en reaccionar cuando ve que en el vaso ya no está la castaña. Y entonces la reacción es magnífica. Si un simio llorara de la risa lo haría justamente así.
Los orangutanes son ingenieros