
El 'rally' del paladio, además de anticipar una mayor demanda de coches de gasolina frente a los diesel, responde a algo más que sólo a la demanda de automóviles: la geopolítica y las sanciones a Rusia también afectan.
La brecha abierta entre el paladio y el platino en 2017 parece insalvable en lo que queda de año. No sólo por la gran distancia abierta entre ambas commodities desde enero, sino también por las previsiones de los expertos de cara a los próximos meses. Los "otros metales preciosos" tienen en gran medida aplicaciones industriales y por lo tanto, no son percibidos como activos refugio, pero las diferencias entre ellos son patentes.
Desde el primer día del año, el paladio, el elemento químico de número atómico 46, ha repuntado casi un 40 por ciento en el mercado de materias primas. Cerca de un 80 por ciento de la demanda de este material procede del sector automovilístico, según los datos de ETF Securities. De hecho, se usa en la fabricación de los catalizadores que utilizan los vehículos con motor de gasolina.
En el lado opuesto del cuadrilátero se encuentra el platino, el elemento químico número atómico 78. Se usa en los motores diésel. Desde enero, el precio de sus futuros se ha visto elevado en un 10 por ciento. Es decir, su revalorización es cuatro veces menor que la que vive su hermano en el mercado de materias primas.
Estos dos metales están muy correlacionados por tener demandas parecidas, sin embargo, las comparaciones entre ambos este año anticipan una mayor demanda de coches de gasolina frente a los diésel.
Todo ello, mientras en el mercado los fabricantes de automóviles se muestran cada vez más partidarios de dejar de lado la producción de coches movidos con combustibles fósiles y los Gobiernos de los países desarrollados -y en vías de desarrollo-, se prestan en mayor medida a restringir en el futuro la circulación y la producción de este tipo de vehículos.
El último país en sumarse a esta tendencia ha sido China. El Gobierno de Pekín está trabajando en una estrategia nacional para la que se plantea la posibilidad de la prohibición de coches movidos por gasolina o diésel. Algo que se ha dejado sentir en el mercado de commodities con un ligero descenso en el precio del paladio y el platino. No en vano, se trata de uno de los mayores países productores de automóviles del mundo.
Y no es el único país que ha pronosticado la muerte de los coches movidos por combustibles fósiles. Francia o Alemania también han anunciado la prohibición de la venta de nuevos coches impulsados por gasolina y diésel, aunque esto será a partir de 2040.
"Hemos visto en las últimas semanas cómo se reduce la exposición al grupo de los metales del platino mientras el paladio se revaloriza más allá de sus fundamentos", señalan desde ETF Securities, desde donde apuntan a que los inversores redujeron la exposición a los metales derivados del platino a mediados de mes.
Tras haberse revalorizado fuertemente, particularmente el paladio, los inversores han comenzado a tomar beneficios. De hecho las primeras salidas de los ETP sobre paladio se han producido después de cinco semanas sin cambio. Y la decisión de firmas como Volkswagen o Mercedes (Daimler) de dar un nuevo impulso a sus modelos eléctricos tampoco ayuda.
Pese a todo el ruido, el paladio permanece cerca de máximos plurianuales por varios motivos. Los depósitos de mineral de paladio y otros metales del grupo del platino son raros, y los yacimientos más extensos se ubican en Sudáfrica, Estados Unidos, Canadá, y Rusia.
En este sentido, cobra especial relevancia lo que ocurra en los países productores, además de la geopolítica. "El rally del paladio responde a algo más que sólo a la demanda de coches", señalan desde Bloomberg. Hasta ahora, Rusia ha sido capaz de mantener el suministro estable de paladio frente a los problemas políticos internacionales. Sin embargo, desde 2014 Suiza, Japón, Australia, Canadá o la propia UE han impuesto sanciones a Rusia -uno de los principales productores de esta materia prima-, mellando así, la oferta de este mineral en el mercado.
Norlisk Nickel, una de las principales empresas mineras con una buena parte de sus ventas procedente de este metal (25 por ciento), ha informado recientemente que la producción de paladio cayó un 2 por ciento en la primera mitad del año.
Aunque los mercados están bastante equilibrados, Norlisk dijo que el consumo de paladio se espera que alcance un máximo histórico y pronostica un déficit este año de más de 1 millón de onzas, algo que podría estar sirviendo de excusa para mover al alza los precios del metal. Y es que el paladio es un material que tiene múltiples usos. De hecho, se usa también en el mundo de la electrónica al ser una commodity que se usa en la elaboración de semiconductores. Según afirman desde Bloomberg, al rededor del 12 por ciento del paladio se utiliza en electrónica.