
El año pasado, la crisis de las materias primas fue tan grave que los dirigentes de Glencore se vieron obligados a realizar una ampliación de capital. Ahora, gracias a la velocidad a la que se ha revertido la situación en el mercado de materias primas, este gigante podrá comenzar a devolver el esfuerzo a los inversores.
Glencore proyecta reinstaurar un dividendo de 1.000 millones de dólares en 2017 después (unos siete centavos por acción) de haber esquivado los dos últimos pagos por los problemas económicos. No obstante, el repunte en los precios del zinc y el carbón está permitiendo incrementar los beneficios. La compañía también ha señalado que los beneficios de su división de comercialización se ubicarán este año en el extremo superior de su rango de previsto, gracias al "apoyo de las condiciones del mercado" en el segundo semestre.
El restablecimiento del dividendo marca la culminación de una vuelta asombrosa para el mayor operador de materias primas del mundo, que en 2015 se vio obligado a defenderse de algunas comparaciones muy dolorosas con Lehman Brothers. Desde entonces, el máximo responsable, Ivan Glasenberg, logró revertir la situación llevando a este gigante hacia un proceso de reestructuración con un plan que incluyó una venta de acciones por 2.500 millones de dólares, ventas de activos, cierres de minas y recortes de costes, con el único objetivo de reducir su carga de deuda desde 30.000 millones hasta casi la mitad.
"Es un hecho positivo lo que estamos viendo, creemos que los inversores no esperaban un anuncio de una reinstauración de los dividendos con la presentación de hoy", asegura en una nota para clientes Eugene King, analista de Goldman Sachs. El dividendo equivale a unos 7 centavos por acción, explicó.
Las acciones de Glencore sumaron 1,52% hasta 284 peniques la acción hoy en la bolsa de Londres. Los títulos se triplicaron este año, siendo la segunda mejor compañía en el índice FTSE 100.
El dividendo del año próximo sumará unos 1.000 millones de dólares, dividido en partes iguales en el primer y segundo semestre, según un comunicado de la firma. Para 2018, la compañía con sede en Baar, Suiza, pagará 1.000 millones anuales además de al menos un 25% del flujo de caja libre (free cash flow) proveniente de su división industrial.
Se espera que Glasenberg y el director financiero Steve Kalmin den más detalles sobre las perspectivas para la empresa en la próxima presentación sobre el estado de la compañía.
El mes pasado, Glencore alcanzó su objetivo de ventas de activos para este año que estaba cifrado entre los 4.000 y 5.000 millones de dólares. Para diciembre, se propone reducir aún más la deuda neta para dejarla en unos 16.500 millones de dólares.
Las estimaciones financieras del estado de cuenta incluyen que las ganancias de la división comercialización se ubicarán en el extremo superior, alrededor de 2.500 millones de dólares, mientras que el flujo de caja libre será de 6.500 millones de dólares el año próximo y el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización será de 14.000 millones de dólares.