Materias Primas

¿Hasta dónde llegará la caída de las materias primas?

Stephen Roach, de Morgan Stanley, tiene una visión muy bajista pese al desplome de los precios durante el verano

Las materias primas, según Roach, pueden bajar más todavía ¿Por culpa de qué? La respuesta se llama China, el propio juego del mercado financiero y la economía americana, tres factores que están en el origen de la subida espectacular de los precios desde 2002 y juegan ahora contra el mercado. Son tres factores lo bastante potentes como para preguntarse si la caída que se ha producido no es el preludio de una corrección duradera equivalente a la subida de 2005 y 2006.

- China. Desde 2003 ha devorado los recursos naturales con un apetito a la altura de su tamaño. Pensemos que, según el FMI, se le debe el 30% del crecimiento de la demanda de petróleo entre 2002 y 2005 o el 54% del crecimiento del acero. Pero es peligroso extrapolar tendencias. La actividad en China toca techo y el gobierno parece decidido a intensificar sus esfuerzos para enfriar la economía. Una caída de 4 o 5 puntos del crecimiento industrial en este país produciría una reducción significativa de la demanda mundial de acero, de níkel o de cobre

- El propio mercado financiero. La explosión de los precios le ha traído más popularidad a un sector reservado anteriormente a algunos fondos especializados o a los hedge funds especulativos. Las materias primas forman ya parte del paisaje cotidiano de un gestor de fondos o incluso de un inversor minorista, tal como lo demuestra el éxito de los contratos sobre el oro, el gas y el petróleo comercializados en España. Pero claro, el apetito por estos productos puede ser un arma de doble filo si el comportamiento de los gestores amplifica la baja de los precios en 2006 y 2007, después de haber hinchado la subida en 2004 y 2005. La causa es la misma en ambos casos: demasiado dinero disponible para escasos activos subyacentes

- Estados Unidos. Cabe recordar que los consumidores americanos generan directamente una cuarta parte de la demanda mundial. La depresión inmobiliaria puede deprimir la demanda de ciertos metales importantes en la construcción como el acero o el cobre. Podría también contagiar a todo el mercado si la debilidad del consumo privado produjera un efecto de bola de nieve con el crecimiento doméstico primero y con el crecimiento mundial después. China sería uno de los primeros países afectados al ser un proveedor importante de las familias americanas

Stephan Roach cree que son factores que cuestionan la idea de un megaciclo que todavía tendría un potencial de subida antes de alcanzar la madurez. Es difícil sacar una conclusión.

Si miramos al mercado tal como está, veremos que los precios de las materias primas, empezando por el oro y el petróleo, han caído como un plomo hasta su primera línea de soporte creíble a medio plazo. No es garantía de solidez pero hace pensar que la baja podría calmarse pronto, dejar incluso espacio para una subida, si el mercado espera una reducción de la oferta para sostener los precios por parte de los productores.

El caso del petróleo es emblemático: el soporte importante en la zona de los 58-60 dólares corresponde a la línea roja de la OPEP por debajo de la cual se abrirían las negociaciones en el seno del cartel con vistas a bajar la producción. Podríamos apostar que el mercado se lo pensará dos veces antes de jugar la baja contra la organización de los países productores. Y, al contrario, una ruptura créible y confirmada del soporte sería una señal muy preocupante para el estado de la economía global.

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