
El 'oro negro' ha arrancado el año con una caída del 8% en el primer mes, evitando mayores pérdidas gracias al rebote que ha experimentado en las últimas semanas, debido a la especulación de un posible acuerdo entre Rusia y la OPEP para recortar
la producción de crudo un 5%; mientras tanto, los expertos esperan que se recuperen los 50 dólares al finalizar el año 2016
Enero no empezó con buenas perspectivas para los inversores alcistas en petróleo, teniendo en cuenta que el precio de los dos principales barriles de referencia en el mundo arrancó el año inmerso en una espiral bajista. Sin embargo, tras perforar los 30 dólares y marcar mínimos del año en los 27,8 dólares, en el caso del Brent y 26,5 dólares en el West Texas -no vistos desde 2003, en ambos casos-, los dos barriles han recuperado posiciones, consiguiendo maquillar el balance mensual hasta finalizar con caídas cercanas al 8 por ciento, quedando el viernes en el entorno de los 34 dólares. La especulación que ha surgido en torno a un posible acuerdo entre Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- para recortar la producción de crudo un 5 por ciento ha sido el detonante que ha generado el rally alcista del recurso energético en el último tramo de enero. Y es que, entre Rusia y la OPEP extraen casi la mitad de todo el crudo mundial.
El año arrancó con los desplomes de la bolsa china, que se tradujeron en ventas generalizadas en el mercado del petróleo. La preocupación por la ralentización económica y las reformas que está llevando a cabo el primer consumidor de materias primas del mundo, además del regreso de Irán al mercado al terminar las sanciones económicas -el país avisa de que está preparado para exportar 500.000 barriles diarios-, no dieron tregua al crudo, que venía de caer más de un 30 por ciento en el año 2015. Además, pocos días antes de terminar el año, Goldman Sachs publicó un informe en el que destacaba el aumento del riesgo de que el crudo cayese hasta 20 dólares, una previsión a la que se sumaron pocos días después Citigroup y Bank of America. El 11 de enero, con el crudo en el entorno de los 31 dólares, Morgan Stanley apareció en escena con una estimación que apuntaba a un descensos similares. El 15 de enero el barril Brent perdió los 30 dólares por primera vez desde el año 2003, cerrando su peor semana desde mayo del año 2011. Los descensos continuaron posteriormente, hasta que el 20 de enero, tanto el Brent como el West Texas marcaron sus mínimos del año en los 27,8 y 26,5 dólares, respectivamente. Su cotización no aguantó más que 5 jornadas por debajo de la cota de los 30 dólares.
Un acuerdo esperado por los alcistas
Desde los mínimos del año, el crudo no ha hecho más que subir, impulsado durante la semana pasada, la última del mes, por la especulación de que Rusia y Arabia Saudí estaban acercando posturas para llevar a cabo un recorte de producción, y así intentar incrementar los precios. Fue el martes 26 de enero; los medios se hicieron eco de las declaraciones del ministro de Petróleo iraquí, quien explicó que Rusia y Arabia estaban flexibilizando sus posiciones para colaborar en un posible recorte de producción. Las subidas de ese día en el precio del recurso energético llegaron a superar el 6 por ciento, estabilizándose finalmente su precio en los 32 dólares. No hay que olvidar que un recorte conjunto entre Rusia y la OPEP tendría importantes consecuencias para la sobreoferta actual en este mercado, teniendo en cuenta que, entre el país y los productores alineados conseguirían abarcar casi la mitad de todo el petróleo que se extrae en el mundo -ver gráfico-. De hecho, según explicaba The Wall Street Journal esta semana, un recorte del 5 por ciento de Rusia y Arabia sería suficiente para terminar con la sobreproducción de este mercado.
Sin embargo, el acuerdo está más que en el aire, teniendo en cuenta que, durante la semana, desde Bloomberg se filtraron declaraciones de dos miembros del Kremlin que descartaron totalmente cualquier posibilidad de un recorte por parte de Rusia. Debido al revuelo que se ha montado en el mercado sobre la posibilidad del recorte, la agencia elaboró una encuesta cuyos resultados se conocieron el pasado viernes: según la opinión de 22 expertos, la probabilidad de que se dé un acuerdo entre Rusia y la OPEP y se recorte la producción es menor al 10 por ciento.
Se esperan fuertes subidas
A pesar de que el mercado no termina de creerse el acercamiento, los expertos coinciden en su mayoría que el precio del crudo no puede mantenerse tan bajo como está en la actualidad. Javier Santacruz, profesor de economía del IEB, explica sobre el petróleo en el entorno de los 30 dólares que "los países productores no lo pueden aguantar de ninguna de las maneras. Se trata de una carrera suicida. Si se analizan los datos macroeconómicos más importantes de Arabia, Irán, Rusia... uno se da cuenta de que es imposible mantener esto por mucho tiempo".
De hecho, a pesar de que los expertos descartan el acuerdo entre Rusia y la OPEP, según el consenso de mercado recogido por Bloomberg, los dos barriles, Brent y West Texas, deberían subir más de un 50 por ciento en el año: la previsión media de los expertos encuestados por la agencia apunta a que el barril estadounidense terminará el año en los 51,7 dólares, un aumento cercano al 54 por ciento desde los precios actuales. Para el Brent europeo los analistas esperan que rebote un 51 por ciento en lo que queda de año, hasta los 52,5 dólares.
No hay que olvidar que, pocos días después de publicar Goldman Sachs y Citigroup que el crudo podía ir hasta 20 dólares, las dos firmas lanzaron mensajes positivos para los alcistas en el recurso energético, destacando la primera firma que "este año tendrá lugar un ajuste de los fundamentales en el mercado de materias que puede dar lugar al inicio de un gran mercado alcista a finales de 2016", mientras Citi apuntó a que el petróleo puede ser "la oportunidad del año".