Algo ocurre dentro de la OPEP. En la última reunión, con varios de sus miembros sufriendo por la caída del precio del petróleo, el cártel decidió no recortar la producción para elevar el precio del crudo. Una decisión que no sorprendió a muchos de los expertos. Y es que la OPEP ya no tiene el control, la competencia reina en el mercado del petróleo.
La historia de una 'guerra' perdida
Jemma Green, investigadora de la Universidad de Curtin, y Mark Andrich, investigador de la Universidad Occidental de Australia, aseguran en The Conversation que la OPEP ha perdido su poder en este mercado: "Por primera vez desde 1960, dos de los tres mayores productores de petróleo del mundo no están dentro de la OPEP". EEUU y Rusia están en el podio de los mayores productores y ninguno es miembro del cártel.
El error de la OPEP ha sido la codicia y la avaricia, mientras que el petróleo era barato el cártel controló el mercado, pero cuando apostaron por un 'oro negro' a precios muy elevados cavaron su propia tumba. Buscar mayores márgenes e ingresos ha sido lo que ha llevado a la OPEP ha perder el control en el mercado de crudo, estos elevados márgenes fue la miel que atrajo a inversores y competidores a este mercado.
La pasada década, el precio medio del barril de petróleo estuvo alrededor de los 100 dólares, la OPEP controlaba la producción para que el precio se mantuviese en torno a ese precio. Esta política fue pan para hoy y hambre para mañana, mientras que Arabia Saudí y otros países se llenaban los bolsillos gracias a los elevados márgenes (el barril se vendía a 100 dólares cuando los costes de producción eran de 35), varios competidores vieron su oportunidad de entrar en un mercado muy rentable.
Con precios tan elevados "era rentable desarrollar nuevas tecnologías como el 'fracking' para extraer el shale oil del subsuelo. Estas tecnologías han avanzado con velocidad gracias a los elevados márgenes, que a su vez permitían grandes inversiones para mejorar la eficiencia de la extracción de petróleo", señalan ambos investigadores australianos.
Por si esto fuera poco, los elevados precios impuestos por la OPEP obligaron a que los países no productores comenzasen a invertir en la eficiencia en el uso de la energía y a buscar otras alternativas al petróleo.
Ahora los coches son mucho más eficientes, la electricidad ha ganado peso y las energías renovables se convirtieron en una opción real cuando el barril de petróleo se encontraba por encima de 100 dólares.
Mientras que la población ha crecido un 11,3% en la última década la demanda de petróleo tan sólo ha crecido un 9,3%. La inversión en eficiencia se ha convertido en otro competidor directo de la OPEP, una inversión que fue uno de los principales objetivos de países como EEUU durante las crisis del petróleo en la década de los 70, por ejemplo.
Según estos investigadores de universidades australianas, si en EEUU se reemplazaran el 10% de los coches que funcionan con petróleo, la demanda mundial de crudo caería un 5%.
¿Qué puede hacer la OPEP?
Ahora mismo, volver a recortar la producción no tendría un efecto considerable en la oferta mundial de crudo. Además, si la OPEP lograra volver a hacer que el precio del petróleo rebotase hacia arriba sólo conseguiría que más competidores entraran en el mercado y, por tanto, se reduciría más aún la cuota de mercado del cártel.
En la actualidad, EEUU produce 11,1 millones de barriles al día, Rusia 10,4 millones y Arabia Saudí unos 11 millones, según datos de la 'US Energy Information Agency'. Por ejemplo, en Dakota del Norte, el coste para producir un barril de petróleo ha caído por debajo de los 50 dólares, según publica Bloomberg. La inversión en tecnología durante la era del petróleo por encima de 100 dólares ha propiciado esta mejora en la eficiencia.
Con este contexto los único que le queda a la OPEP es seguir produciendo para intentar mantener el precio del petróleo a niveles que permitan competir al 'oro negro' con las renovables y o otras fuentes de energía.
