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Cisne negro 2.0: ¿Provocará la guerra de precios del petróleo una nueva crisis financiera?

  • Las empresas están endeudadas y no tienen los mismos ingresos que antes
  • Las empresas del 'fracking' podrían ver reducido su acceso a los mercados

El boom del gas y el crudo de esquisto en Estados Unidos ha sido posible gracias a la concesión de crédito a las exploradoras de petróleo. Esta financiación no sólo ha sido producto de las inversiones de accionistas y bancos tradicionales sino también gracias a la emisión de cientos de miles de millones en bonos basura que han atraído a los tiburones de Wall Street en busca de una elevada rentabilidad.

La deuda basura en el sector energético ha alcanzado ya los 210.000 millones de dólares, lo que supone el 16% del mercado de bonos de alto riesgo, que en estos momentos mueve alrededor de 1,3 billones de dólares. Este incremento es considerable si tenemos en cuenta que hace una década la deuda del sector energético sólo representaba un 4%. En sólo 10 años, ésta se ha triplicado, según informa el portal Oilprice.com.

Dada la naturaleza del mercado de bonos basura, gran parte de las inversiones se han marchado hacia empresas de perforación con un riesgo implícito mayor al de las grandes petroleras. Para los inversores, esto ofrece la oportunidad de obtener un alto rendimiento, por lo que estas inversiones han ayudado a múltiples compañías a profundizar sus operaciones en busca de esquisto a lo largo y ancho del país. Cuando los precios del petróleo eran altos y la producción estaba subiendo sin descanso, los bonos basura relacionados con la energía parecían muy rentables.

Pero con los precios del petróleo por debajo de los 70 dólares por barril, las empresas que emitieron bonos basura no cuentan con los mismos ingresos para pagar a sus tenedores de bonos, lo que podría desatar una oleada de pérdidas y posibles quiebras durante las próximas semanas o meses.

La situación podría agravarse si los precios del petróleo se mantienen bajos. El mercado podría cortar el acceso a la financiación a este tipo de empresas si el crudo sigue cayendo. Sin la posibilidad de financiar sus actividades de perforación, las compañías más pequeñas y más endeudadas morderán el polvo. El Wall Street Journal ya avisaba que muchos gestores de fondos están empezando a alejarse de las compañías petroleras más pequeñas. Moody´s Investors rebajó la perspectiva del sector del petróleo el pasado 25 de noviembre hasta "negativa" a causa de la caída de los precios del petróleo.

Si los precios del petróleo se mantienen en 65 dólares por barril durante tres años, el 40% de todos los bonos basura del sector energético podrían acabar en 'default', según las estimaciones de JP Morgan. Esto plantea la siguiente pregunta: ¿podría una reestructuración de la industria petrolera desatar una crisis financiera?

Los bancos y otras instituciones financieras podrían estar excesivamente expuestos a la deuda energética. El británico The Telegraph dibuja un escenario terrible en el que la burbuja de la deuda estalla debido a los bajos precios del petróleo, lo que provocaría una escalada similar a la de 2008 que culminó con el colapso de Lehman, al menos dentro del mercado de bonos basura.

Este escenario puede ser exagerado. Las bajas tasas de interés mantienen alta la demanda de bonos basura, lo que significa que las compañías petroleras probablemente serán capaces de reestructurar su deuda y seguir teniendo acceso a capital. Además, los perforadores no enfrentarán inmediatamente una crisis existencial porque muchos se han cubierto ante un escenario como el que estamos viviendo en estos momentos.

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