A pesar de los malos datos macroeconómicos el cobre cerró la semana pasada con avances de más del 4.5%. La cotización del cobre tuvo un importante empuje al alza tras conocerse que la producción de cobre laminado de Japón se incrementó en más de un 50% durante mayo en relación al mismo periodo del año anterior, mientras que, si lo comparamos con el mes anterior se incrementa en torno al 3%. En tanto, los envíos de cable y alambres de cobre desde el país nipón se incrementaron un 11% interanualmente durante mayo, siendo el quinto avance mensual consecutivo.
Para analizar la situación actual del cobre, desde el punto de vista fundamental, nos detendremos en el estado de los inventarios, los warrants cancelados, la curva forward de precios y el interés abierto.
Por el lado de los inventarios, estos decrecieron hasta un total de 670.700 toneladas métricas, volumen que podría abastecer unas 2 semanas, atendiendo a la actual demanda mundial de cobre. De estas, 454.250 provienen de la BML, 92.465 del COMEX y 123.939 de SHFE. Cuatro semanas de consumo es el nivel que se considera como el mínimo que requiere la industria para operar sin problemas ni estrecheces. Es importante para intentar adelantarnos a los movimientos de los inventarios semanales de la BML, hacer un seguimiento de los warrants cancelados o inventarios comprometidos que, como hemos comentado, constituirán una anticipación de la probable salida de los inventarios, con el problema de que no se especificará el momento en que se realizarán y que, es posible descancelarlos. En este sentido, se incrementó el volumen de los contratos, alcanzando los 6.9% del total de existencias en BML, algo que anticiparía una subida de la actual tasa de salidas.
Por otro lado, si examinamos la diferencia entre los precios presentes y futuros (curva forward) se redujo el contango (precios futuros mayores que precios actuales) hasta los 12 meses mientras que, a partir de ahí en adelante, se observa un incremento del backwardation (precios futuros menores que precios actuales). El backwardation se asocia a escenarios en los que existe escasez física actual de cobre mientras que el contango hace referencia a lo contrario, generalmente se hace a la vez el seguimiento de los inventarios.
Desde el punto de vista del interés abierto, que es importante para valorar los posibles movimientos de los inversionistas sobre estos mercados, en la BML estos han mostrado que la pasada semana, hasta el jueves, predominó cierta cobertura de posiciones cortas.
Francisco López Ollé.