Masters y MBA

¿Quiere cursar un MBA en EEUU? Aquí tiene las claves del temido GMAT

Antes de presentarse al examen GMAT, los aspirantes lo preparan durante meses. Foto: archivo
Sus siglas corresponden a las iniciales de la institución norteamericana que lo creó hace más de 50 años y que desde entonces lo gestiona: el Graduate Management Admission Council, a las que se le suma la T de test, porque ése es el formato del examen al que ha debido de enfrentarse con éxito cualquiera que se haya planteado realizar un MBA.

El GMAT es un examen estándar tipo test a través del cual se valoran las capacidades que el candidato ha ido adquiriendo a lo largo de sus años académicos y su vida profesional, pero no cualquier tipo de capacidades. Esta prueba se ciñe a las habilidades matemáticas, verbales y analíticas y deja fuera aspectos como conocimientos de negocio, aptitudes laborales, habilidades subjetivas como la motivación o la creatividad o contenidos concretos de los estudios universitarios que atesore el aspirante a aprobarlo.

Casi todas las escuelas de negocios del mundo anglosajón la solicitan para permitir el ingreso en sus distintos programas de Master In Business Administration (MBAs), aunque aproximadamente el 20 por ciento de los aprobados obtenidos se remiten a programas que no son MBAs.

La puntuación mínima

Originalmente este examen fue diseñado para medir la idoneidad de todos los aspirantes a ingresar en el padre de todos los máster, aunque con el tiempo su utilidad se ha ido extendiendo y hoy también es requerido en otros muchos campos de índole académica por universidades y escuelas de postgrado de todo el mundo, principalmente de Estados Unidos, como la Business School de Duke University, INSEAD, el Instituto Tecnológico de Massachussets, o las Universidades de Harvard, Stanford, Columbia o Chicago.

Según estos centros académicos, cada año reciben en ellas aproximadamente unas diez solicitudes por plaza disponible, razón por la que un examen tan exigente como el GMAT se hace necesaria para saber quién es el candidato idóneo y quién no. Porque en esto de los MBAs, sobre todo de los llamados executives, una trayectoria académica sin mácula, la experiencia profesional y un montón de buenas intenciones no son suficientes.

La media no es suficiente

La característica más conocida y temida del GMAT es su extremado grado de dificultad. La prueba se realiza en inglés y su resultado final se mide en puntos. La puntuación media de los que se enfrentan a este examen se sitúa en torno a los 550, aunque la realidad dice que para que un candidato pueda albergar esperanzas de ser admitido en una prestigiosa escuela de negocios o universidad norteamericana y emprender en ella su anhelado MBA éstas le exigirán, al menos, una puntuación de 600.

En España, por ejemplo, para poder optar a una beca del Programa Fullbright ésa es la puntuación mínima requerida a todo solicitante. Poniendo el listón así de alto es como estos centros académicos garantizan que sus pupitres estén ocupados por lo mejorcito del mercado profesional, brillantes ejecutivos que desean completar su currículum con los MBA que gozan de mayor prestigio.

Durante 2007 se registraron 270.724 solicitudes en un total de 94 países para presentarse a este examen, de las que finalmente 237.049 terminaron en la realización de la prueba. Eso significa que en ese año se presentaron un 12 por ciento de solicitudes más que en el 2006. El 90 por ciento de los candidatos son de lengua no inglesa.

Para los que no lo aprueban a la primera la organización permite volver a presentarse un máximo de cinco veces durante un año. Se estima que algo más del 20 por ciento de los candidatos se enfrentan a esta prueba en más de una ocasión.

Más ensayos redaccionales

Pero durante los últimos años el GMAT ha experimentado algunos cambios en su formato, sobre todo para garantizar el buen nivel de inglés de los que aspiran a aprobarlo. Por ello se han aumentado el número de preguntas de estadística y, sobre todo, los ensayos redaccionales han cobrado mayor relevancia. Esto es así porque desde los centros académicos americanos a los que optan nuestros estudiantes se ha observado que éstos reciben ayuda para acompañar las redacciones que acompañan a su solicitud, demostrando un alto nivel en la expresión escrita que luego no se ajusta a la realidad.

En España existen varios centros que se encargan de preparar el examen GMAT a sus aspirantes, un proceso que por lo general tarda varios meses. Los centros de alta seguridad de Pearson VUE y ACT son los encargados de realizar los exámenes oficiales. Para saber más acerca de los detalles de los contenidos de esta prueba y las fechas de las próximas convocatorias, se puede acceder a www.gmac.com

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