El dinamismo del sector servicios y el tirón de la industria impulsaron el avance de la Comunidad de Madrid hasta el 0,8% trimestral entre abril y junio. Esto implica que la región creció en ese periodo el doble de lo que lo hizo la Unión Europea a Veintiocho (0,4%). Desde el mes de enero y pese a la inestabilidad política o los vaivenes en los mercados, Madrid mantiene su ritmo de crecimiento más elevado de los últimos ocho años.
Si atendemos a los datos interanuales, las diferencias con otras áreas se amplían. La riqueza autónoma se estiró un 3,4%, dos décimas más que la nacional y 1,8 puntos más que la europea.
El comportamiento de los servicios explica en buena parte este resultado. El sector creció un 3,7%, apoyado sobre todo en las actividades a empresas y las financieras, que avanzaron un 4,4% interanual, en lo que supone su segundo mejor registro desde que se elabora la estadística.
El dinamismo del consumo
El vigor demostrado por este tipo de actividades sirvió para compensar, además, el repunte algo menor que registraron comercio, hostelería y transportes (crecieron al 3,6% hasta junio, frente al 4,3% del trimestre previo).
Por el lado de la demanda interna, el consumo de los hogares se eleva un 3,6%, pero más dinámica aún se muestra la inversión que repunta un 3,7% interanual y se mantiene en terreno positivo desde el segundo trimestre del año 2014.
Destacan también las cifras del sector exterior, que logra una de las mayores contribuciones al avance regional desde el año 2011. El Ejecutivo autonómico confía en que el PIB pueda crecer al 3% este año, una décima más de lo que contempla para la economía nacional el cuadro macroeconómico elaborado por el Gobierno en funciones. Así, las buenas perspectivas mantienen la tasa de paro madrileña en el 16,25%, la más reducida del último lustro y casi cuatro puntos por debajo de la del conjunto del país (20%).
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