
"El potencial de los Consejeros Dominicales para añadir valor al buen gobierno y a la gestión es único e indiscutible, y nace tanto de su posición como de sus capacidades personales y profesionales". Así lo entienden los expertos en materia de gobierno corporativo, que destacan su plena identificación con el interés social, su mayor independencia de los ejecutivos y de otros consejeros y su larga experiencia y elevadas capacidades profesionales.
Los especialistas del Instituto de Consejeros-Administradores (IC-A) destacan esta figura, que en España representa el 31 por ciento de los consejeros externos de las empresas cotizadas. Marcial Campos Calvo-Sotelo, presidente del Comité de Normas Profesionales del IC-A, y Juan Álvarez-Vijande García, consejero y presidente honorario de ecoDa presentaron El Consejero Dominical: Guía para el Buen Gobierno, un documento que analiza la figura del consejero dominical desde el punto de vista del buen gobierno de las sociedades y recomienda algunos criterios de actuación.
Los consejeros dominicales forman parte, junto con los consejeros independientes, de la categoría de consejeros externos. Son aquellos que posean una participación accionarial igual o superior a la que se considere legalmente como significativa -en España el 3 por ciento- o que hubieran sido designados por ser accionistas, aunque su participación no alcance dicha cuantía.
"Sienten la empresa como algo propio y la solidez de su posición en el consejo de administración les permite actuar con plena independencia de criterio frente a los demás miembros", aseguró Marcial Campos, durante su intervención en la presentación de la guía.
Otras consideraciones reflejadas en la guía son el hecho de que diferenciar a la figura del consejero dominical favorece el buen gobierno y reduce riesgos, y su función debe enfocarse contemplando de forma integral el buen gobierno corporativo y el consejo de administración. En este sentido, el documento subraya que la ética del consejo de administración y la actitud e impulso del presidente son esenciales e insustituibles para aplicar de forma efectiva prácticas de buen gobierno corporativo.
La guía aborda, entre otras cuestiones, los procesos de selección y nombramiento de los Consejeros Dominicales, donde radica una de las diferencias fundamentales respecto a los independientes. Los primeros son propuestos por el accionista que reúna las condiciones para ello y deben recibir la aprobación, además de la comisión de nombramientos y retribuciones (CNR), del consejo de administración y de la junta general de accionistas.
"Como cualquier otro consejero, el consejero dominical en su actuación profesional debe tener como norte que siempre debe hacer prevalecer en el gobierno corporativo de la compañía el interés social de la empresa donde presta sus servicios", destacó Marcial Campos.