Bilbao, 8 ene (EFE).- El presidente del tribunal que juzgará las reuniones que se mantuvieron durante la tregua de ETA, Manuel Díaz de Rábago, ha ordenado que el lehendakari Juan José Ibarretxe tenga reservado para él uno de los cuatro banquillos de los acusados, que otro esté ocupado por los dirigentes del PSE-EE, Patxi López y Rodolfo Ares, y que, separados por el pasillo y repartidos en dos bancos, se sienten los cinco encausados de la izquierda abertzale.
Ibarretxe ha acudido casi 45 minutos antes de que estuviera previsto el inicio de la vista oral en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, dentro del proceso penal en el que está acusado por reunirse con representantes de la ilegalizada Batasuna en el año 2006, durante el último alto el fuego de ETA.
Como en las dos ocasiones en que tuvo que acudir a prestar declaración durante la fase de instrucción de la causa, el lehendakari ha llegado del brazo de su esposa, Begoña Arregi y junto a su hija, que además han ocupado un lugar en la sala de vistas entre los invitados de su marido para seguir el desarrollo del juicio.
También como en aquellas ocasiones, miembros del Gobierno Vasco han acompañado a Ibarretxe a su cita ante la autoridad judicial, y más de un centenar de personas se han concentrado en el exterior del edificio y han aplaudido a su llegada.
Minutos más tarde han acudido los dirigentes del PSE-EE, Patxi López y Rodolfo Ares, también junto a sus esposas, otros familiares, así como les han respaldado miembros de la Ejecutiva de los socialistas vascos y varios asesores.
En otros dos bancos reservados para los encausados frente al tribunal, se han ubicado los cinco representantes de la izquierda abertzale quienes, a excepción de Arnaldo Otegi, han llegado a la sala escoltados por agentes de la Ertzaintza, puesto que se encuentran cumpliendo penas de cárcel por otros procesos contra organizaciones del entorno de ETA.
Otegi, que ha entrado acompañado de su abogada Jone Goirizelaia y mientras centenares de personas que portaban ikurriñas y reclaman libertad para Batasuna, ha saludado a Ibarretxe dándole la mano y luego se ha abrazado a cada uno de los que fueran sus compañeros en la formación abertzale. Posteriormente, se ha sentado entre Pernando Barrena y Rufi Etxeberria.
Presidiendo la Sala está Manuel Díaz de Rábago, que al encabezar la terna de magistrados designados para este caso, está sentado entre José Antonio Subiñas y Juan Carlos Benito-Butrón, que completan el tribunal que deberá resolver si esos encuentros de los políticos vascos durante la tregua de ETA fueron delito.
A la derecha de los magistrados se han situado la fiscal del TSJPV, María Ángeles Montes, y los abogados de las dos acusaciones populares del colectivo Foro Ermua y de la asociación Dignidad y Justicia.
A la izquierda del tribunal están situadas las defensas de los imputados: Jone Gorizelaia representa a los miembros de la izquierda abertzale; Félix Rojo, a los dirigentes del PSE; y Mikel Casas, a Ibarretxe.