
La Comisión Europea quiere un mayor control en su normativa y sus políticas para no invadir competencias de los Estados miembros. De este modo, Bruselas integrará en todas sus evaluaciones de impacto y exposiciones de motivos de las normativas una "plantilla" de subsidiariedad que permitirá orientar el análisis de esta materia y la proporcionalidad de manera estructurada. Además, facilitará los plazos de presentación de los dictámenes y proyectos de propuestas por parte de los parlamentos nacionales y examinará la mejor manera de recoger y transmitir los puntos de vista de los entes locales y regionales en sus consultas públicas.
La subsidiariedad consiste en determinar cuál es el nivel más adecuado para la formulación y la aplicación de las políticas. La Unión Europea (UE) solo debería intervenir en caso necesario y cuando esa intervención aporte ventajas claras frente a la adopción de medidas a escala nacional, regional o local. La proporcionalidad se centra en las repercusiones financieras y administrativas de la legislación propuesta.
Bruselas asegura, por otra parte, que la Plataforma Refit, que evalúa la carga normativa que lleva aparejada la legislación de la UE en vigor, debería sufrir también una remodelación a fin de incrementar la presencia en ella de los entes locales y regionales, y ampliar su ámbito de actuación a fin de incluir la subsidiariedad y la proporcionalidad, además del énfasis actual en la carga normativa. En particular, Europa velará por que los actos delegados y de ejecución pertinentes se aborden sistemáticamente en sus evaluaciones, según la Comisión.
Bruselas explica así los cambios que tiene previsto introducir en el proceso de elaboración de las políticas de la UE a fin de concentrar sus limitados recursos en un número menor de actividades y cumplir sus prioridades políticas de manera más eficiente. Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión, subraya que "en algún momento tendremos que enfrentarnos al hecho de que no podemos seguir incrementando nuestra respuesta a retos cada vez mayores con los recursos de que disponemos hoy en día". A su juicio, "en el futuro, la Comisión tendrá que priorizar todavía más su actividades y recursos".
La Comisión Juncker ha convertido en el eje central de su actividad la elaboración de políticas basada en pruebas y la mejora de la legislación. "Hemos propuesto programas de trabajo anuales escuetos y centrados en diez prioridades políticas. Como parte del debate sobre el futuro de Europa, hemos analizado en profundidad la cuestión de la subsidiariedad y la proporcionalidad", señala Juncker. El presidente creó un Grupo Operativo específico sobre subsidiariedad y proporcionalidad para "hacer menos pero de forma más eficiente".