
El director de RSC y Sostenibilidad de L'Oréal España, Iñigo Larraya, cuenta con una amplia carrera profesional dentro del Grupo L'Oréal. Trabajó durante casi siete años en las marcas Redken y L'Oréal Professionnel, tanto en España como en el equipo de desarrollo internacional en París. Con una pasión clara por la sostenibilidad empresarial dejó el Grupo para estudiar un Máster en Sostenibilidad en la Universidad de Columbia en Nueva York. Su objetivo: cambiar la forma en que consumimos en España y demostrar que la sostenibilidad es una oportunidad de negocio a la vez que soluciona los problemas de nuestra sociedad.
Desde mayo de 2017 es el encargado de implantar el Plan de Sostenibilidad y RSC en L'Oréal España, ¿cuáles son los principales retos con los que se ha encontrado?
Retos tenemos muchos. Es un proyecto bastante amplio, es parte de la transformación cultural de la compañía, pero el más importante para mí es cómo llevar la sostenibilidad al negocio, cómo introducirla en parte del business y que sea un motor de crecimiento a través de la innovación sostenible. El reto más importante es hacer que la propia sostenibilidad sea una oportunidad de negocio, una ventaja competitiva.
¿Cómo se articula vuestra estrategia?
Los cuatro ejes principales de Sharing beauty with all, nuestra estrategia de sostenibilidad tienen una agenda muy clara a 2020. La innovación sostenible es el más importante porque toca producto y por ende a todos nuestros consumidores. El objetivo de aquí a 2020 es que todas nuestras fórmulas tengan un perfil mejorado a nivel social y medioambiental. Se analizan más de 40.000 fórmulas y el impacto social y medioambiental de cada una de ellas. Esto ha cambiado la forma de trabajar en París, a nivel de marketing internacional, y cómo se trabaja en laboratorios a la hora de desarrollar un producto. Hoy en día, aparte de demostrar que el producto tiene mejores resultados que el anterior, tenemos que demostrar que su perfil social es mejor que el anterior y si no, no se lanza. Es un cambio organizacional y de priorizar el impacto que es el core de nuestro negocio.
¿Esto nace en París?
Sí, y dentro de la Innovación sostenible, cómo baja esto a los países es el eje que más se lidera desde la central donde se desarrollan los productos. Sobre la publicidad en el lugar de venta tenemos unos objetivos muy potentes de reducir el impacto que generamos a través de la producción de todos estos materiales de publicidad, es lo que engloba el eco diseño y la economía circular, dependiendo de qué productos, estamos reduciendo hasta un 60 por ciento el CO2 que utilizamos. La otra área estratégica es la Producción sostenible es la más pura en sostenibilidad en el sentido de que toca los objetivos de CO2 y de ser carbón neutral como compañía a nivel mundial. En España en 2017 ya hemos conseguido ser carbón neutral, esto significa que emitimos CO2 en nuestra producción pero lo hacemos con fuentes de energía renovable. En fábricas, tenemos una en Burgos donde tenemos una planta de biomasa y plantas fotovoltaicas, es la primera fábrica seca del grupo a nivel mundial, es decir que el agua que consumimos es la que beben nuestros empleados y la que sale de la fábrica en nuestros champús. En cuanto al Consumo sostenible sí que entran en juego las marcas. Nuestro objetivo a 2020 es fomentar el consumo responsable, facilitar la toma de decisiones más responsables y herramientas como Sustainable Product Optimisation Tool (SPOT) para analizar cuánto es el impacto de cada uno de los productos así como comunicar mejor sobre ingredientes. Explicar cuál es el impacto en la comunidad, estudiar hacia atrás en la cadena de valor y explicarlo al consumidor final. Nuestro objetivo como grupo, con cerca de 35 marcas, es que cada una además de la sostenibilidad ambiental, elija una causa social por la que luchar y por la que mejorar su impacto. Lancôme acaba de lanzar el proyecto Write her future que se dedica en España a trabajar contra el analfabetismo funcional para integrar a personas en la sociedad, la Roche Posay tiene una campaña contra el cáncer, o Kiehl's, trabaja en la vía medioambiental fomentando el reciclaje entre clientes y en otra causa social, el redondeo solidario, para pagar áreas de juego y descanso para los niños con cáncer en los hospitales. Por último, el área de las personas, el Desarrollo compartido. Como parte de la innovación, a los proyectos les llamamos Sustainable Sources, de aprovisionamiento responsable, es decir, el objetivo es generar valor en toda la cadena de valor y crear un impacto desde el minuto cero de la cadena.
¿En qué consiste el Programa de acción social 'Embellece tu Futuro'?
Embellece tu futuro es un proyecto de profesionalización de una de las profesiones de la belleza, los consultores de belleza. Nuestro objetivo es insertar a 500 personas que estén en situación desfavorecida, de violencia de género, fracaso escolar o refugiados. La idea es que a través de la formación, en total 300 horas de las cuales 100 horas son prácticas, podamos cambiarles la vida a través de la belleza con una oportunidad laboral, llevamos a 119 personas formadas en España. La tasa llega al 72 por ciento de inserción laboral en estos colectivos, acabamos de lanzar la X edición del programa y con objetivos de seguir creciendo. También existe, For women in Science, en colaboración de L'Oréal con la UNESCO para fomentar que haya más mujeres en la ciencia a nivel nacional e internacional.
El 82% de vuestros productos lanzados o renovados en 2016 han mejorado su perfil social o medioambiental. ¿Cómo se realiza esto?
Es una de las prioridades estratégicas del grupo. Con nuestra herramienta Sustainable Product Optimisation Tool (SPOT), se analizan cuatro criterios, tres medioambientales -la fórmula, packaging y producción-, y el otro a nivel social. Dentro de este último, la salud y el bienestar de los consumidores, el impacto en la sociedad y la selección de los proveedores. Cuando dicen que el 82 por ciento ha mejorado, se refiere a que cada lanzamiento, como tiene una nota, si un producto tiene un siete, sabemos que para volver a lanzarlo hay que mejorar su impacto. Lo bonito de esto es cómo un mundo tan complejo se simplifica en un solo número.
¿Por qué es tan importante para L'Oréal tener éxito en sostenibilidad?
Es por el consumidor, está claro que cada vez es más consciente de los valores que hay detrás de lo que compra. Si hablamos de estudios como el de Nielsen, en 2014 el 45 por ciento de consumidores estaban dispuestos a pagar más por productos que tuvieran valores responsables detrás, en 2016 era del 65 por ciento. Ya no hablamos de tendencias, es una nueva realidad. Por un lado es una demanda de los consumidores y por otro lado para la empresa a nivel proactivo es una obligación moral y de responsabilidad ofrecer al consumidor final productos más responsables.
¿Qué estrategia tenéis en materia de agua?
A nivel internacional, queremos disociar, igual que con el CO2, crecimiento de consumo de recursos, y con el agua es lo mismo. Queremos seguir creciendo pero con un objetivo de reducción del agua del 60 por ciento a nivel mundial. En España, el proyecto de fábrica seca de Burgos, pionero a nivel mundial, busca recuperar toda el agua en la producción a través de una depuradora, a través de nanotecnología y bacterias para volver a utilizarla, con esto vemos reducciones del 55 por ciento. A nivel sede, es anecdótico pero hemos dejado de consumir botellas de agua y lo bebemos de forma más responsable a través de fuentes y embalajes reutilizables.
L'Oréal ha sido reconocida como una de las empresas más éticas del mundo según el Instituto Ethisphere, ¿Qué programas impulsáis?
Tenemos equipos de ética en todos los países, y tocan temas de diversidad, beneficios de empleados, conciliación, y todos los procesos de contratación y reclutamiento. Hay un código ético que tiene que firmar cada empleado y muchas normas para elegir con quién trabajamos. Tenemos delegados de ética en todas las filiales, a quienes se puede preguntar todo.
En el sector cosmético, según un ranking de Adecco, L'Oréal es la empresa más deseada para trabajar, ¿qué encuentran los trabajadores?
Felicidad. Hay algo muy dinámico en la empresa, internamente se llama caos organizado, libera la creatividad de las personas, los puestos no son muy cerrados. Se fomenta que los empleados piensen más allá de su posición, que propongan proyectos, creatividad. Que la innovación esté en el espíritu de la casa es algo que fomenta mucho que la gente quiera trabajar aquí.
¿Qué asunto concreto le inquieta y le queda por abordar?
Podemos hacer muchísimo más en el reto de comunicar al consumidor final, que puedan tomar decisiones viendo todo lo que hay detrás de los productos. Hay muchas otras cosas que comunicar que solo belleza e imagen, pero hay otros valores. Es un reto a medio-largo plazo que la sostenibilidad esté en la toma de decisiones de cada pequeño departamento. De verdad, ese es el gran reto, realmente demostrar que la sostenibilidad es una oportunidad de negocio a la vez que soluciona los problemas de la sociedad.
¿L'Oréal España fomenta la igualdad de género?
No lo fomentamos porque no es un tema para nosotros. L'Oréal ha sido distinguida en 2017 como N°1 en igualdad de género en Equileap ranking global. Destacada como la empresa más igualitaria del mundo en un ranking realizado con más de 3.000 compañías en 23 países y basado en 19 criterios de igualdad de género. En L'Oréal hay un 62 por ciento de mujeres en puestos directivos, más del 66 por ciento en España. Está en la cultura empresarial desde hace muchos años.