
Santa Cruz de Tenerife, 16 mar (EFE).- El teleférico del Teide dispone de un sistema de seguridad independiente al general que hace funcionar la instalación en caso de caída eléctrica o fallo electrónico, y se realizan además inspecciones diarias, según informó hoy la empresa que gestiona el dispositivo.
Este sistema consiste en un motor diesel conectado directamente al utensilio que mueve las cabinas a 3,6 metros por segundo y Teleférico del Teide produce su propia electricidad en una central generadora provista de 2 motores de 500 KVA debido a que no se dispone de la red general eléctrica en esta zona del Parque.
La instalación está sometida a un sistema de inspección continua de manera que diariamente antes de la apertura se comprueba la integridad de la línea, semanalmente se realiza una inspección general y anualmente se realizan diferentes inspecciones sobre los elementos mecánicos, sistema electrónico, control semestral multiparamétrico de los motores y controles trimestrales del cable tractor mediante magnetografía.
Como contraste el Institut für Fördertechnik und Logistik de la Universität Stuttgart realiza una inspección anual de la instalación además del control del cable portante.
Añade Teleférico del Teide que anualmente se realizan ejercicios de evacuación de cabinas con el personal y en mayo de 2013 se llevó a cabo un ensayo general de evacuación con voluntarios en las cabinas en coordinación con los servicios de emergencia de Tenerife para simular una situación real de emergencia y evacuación.
El Teleférico del Teide, se encuentra enclavado en el corazón del Parque Nacional del Teide, en Tenerife y se utiliza para una de las excursiones más espectaculares del país: subir al mayor volcán de España, añade.
En cada trayecto los visitantes disfrutan de la experiencia de volar sobre un tesoro geológico donde volcanes, cráteres y ríos de lava forman un impresionante conjunto de colores y formas únicos en el mundo.
Es un teleférico de vaivén con 2 cabinas unidas mediante un cable tractor que ruedan por encima de un cable portante cada una, de manera que mientras una sube la otra baja.
El recorrido total es de 2.471 metros y pasa por 4 torres de entre 45 y 25 metros de altura, mientras que la estación base está situada a 2.356 metros de altitud.
De ella parten las dos modernas cabinas que cuentan con una capacidad para 38 personas cada una y que realizan un trayecto cada 8 minutos.
La estación superior está situada a 3.555 metros de altitud y es el punto de partida para realizar las diferentes actividades que se ofrecen en el programa "Volcano Teide Experience".
El peso de la cabina en vacío es de 1.600 kilos, que ascienden a 4.630 cuando está cargada, y la capacidad es de 333 personas por hora en un trayecto que dura ocho minutos.
La cabina está sujeta al carro guía por un mecanismo de libre giro, de tal forma que aquella siempre permanece vertical con independencia de la inclinación del carro de rodadura.
Las cabinas son cerradas, con cristales para facilitar la visión durante el trayecto, y tienen en su doble fondo unos vehículos de salvamento que permitirían bajar a los pasajeros hasta el suelo en caso de parada total de la instalación.
Los primeros proyectos para construir un teleférico al pico del Teide surgieron en 1894, pero no fue hasta 1971 cuando se puso en funcionamiento.
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