Villa Nueva (Guatemala), 20 ene (EFE).- Los grafitis con los que las maras habían marcado su territorio durante años están desapareciendo en Guatemala. De rojo, verde o azul. De negro, amarillo o morado. Da igual el color. La Policía y la sociedad se han unido para tapar el último recuerdo de la violencia.
Desde septiembre se ha puesto en marcha la "Operación Fénix" en diferentes puntos del país para borrar las pintas de la Mara Salvatrucha y el Barrio 18. Hoy, una treintena de agentes y una decena de niños llegaron a la colonia El Búcaro, en la zona 12 del municipio capitalino de Villa Nueva.
Ayudados por brochas, rodillos y por sus propias manos, el grupo empezó a borrar las huellas de la cultura de la violencia que llevó luto y dolor a comunidades afligidas por la incidencia de las dos maras, para luego pintar mensajes y figuras alusivas a la paz como "Yo amo la paz" o "Yo amo la vida".
Los grafitis son para las pandillas una marca del control de territorio, según explicó a Efe el portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), Jorge Aguilar, por lo que borrarlos no solo devuelve el espacio a la ciudadanía sino que también es un manifiesto de la inoperatividad de la banda que se mantenía en el lugar.
Para comprobar que no vuelvan a tomar el área, los agentes también revisan una por una las viviendas en las que los pandilleros tenían sus centros de operaciones, para que no las vuelvan a tomar de nuevo.
Pero el objetivo también es, agregó Aguilar, evitar que más niños y jóvenes se unan a las maras eliminando mensajes violentos y zapatillas en los cableados eléctricos, y decirle a la gente, y sobre todo a las pandillas, que los barrios, las colonias y las calles "son de los guatemaltecos".
La "Operación Fénix" no solo borra las pintadas, sino que incluye una serie de programas para acabar con esta lacra, como acercar a los agentes a la sociedad para que denuncie actos ilícitos, y explicarles a los niños en las escuelas las consecuencias de unirse a la violencia.
Todo esto se enmarca, agregó, dentro del Modelo Policial de Seguridad Integral Comunitaria, cuyo fin es brindar un servicio de calidad, fundamentado en la atención oportuna y efectiva a las demandas de seguridad y convivencia ciudadana.
Los fondos para borrar las pintadas no son solo de la institución policial o de los entes gubernamentales, sino también de gente anónima y de organizaciones sociales que aportan su grano de arena para la prevención de esta lacra, abundó Aguilar, con mensajes "angelizados".
Guatemala es uno de los países más violentos del mundo. A diario se cometen 16 homicidios y según las propias autoridades la mayoría son perpetrados por las pandillas y el narcotráfico, dos flagelos que afectan al país.