
El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha dado el visto bueno los compromisos de la empresa canadiense Thompson Reuters para poner fin a su posición dominante en el mercado de flujos de datos consolidados en tiempo real -datos del mercado procedentes de distintas fuentes que se suministran a los bancos y las instituciones financieras-.
En 2009 la Comisión Europea (CE) determinó que los códigos empleados por la compañía obstaculizaban que sus clientes pudieran cambiar de compañía.
En 2012, Bruselas aceptó las medidas planteadas por Thomson Reuters para poner fin a esa situación. Entre ellas, conceder a sus clientes licencias que les permitieran utilizar los códigos de identificación de los valores para recuperar datos en los programas de los proveedores competidores.
Una de las competidoras de Thomson Reuters en el mercado del servicio de datos recurrió la decisión de la CE. Alegaba que el resto de compañías seguían sin poder proponer un servicio totalmente comparable y que pudiera competir con el de la canadiense.
La sentencia, del 15 de septiembre, señala que la Comisión evaluó correctamente las medidas propuestas, sin que pueda apreciarse ningún "error manifiesto de apreciación" al aceptarlos.
Así, el ponente del fallo, el magistrado Carl Wetter, subraya que los compromisos de Thomson Reuters se desarrollaron en torno a las posibilidades propuestas a los clientes para cambiar de proveedor, bien por sus propios medios o colaborando con desarrolladores terceros. En este sentido, añade, no era necesario que se diera acceso a los competidores a sus códigos.
Asimismo, el texto argumenta que la empresa propuso a clientes y desarrolladores terceros la posibilidad de elaborar memorias de correspondencias entre los códigos y el sistema de símbolos del nuevo proveedor para evitar un coste excesivo en caso de cambio.