
Madrid, 18 mar (EFE).- El exsubdirector de Seguridad de la Comunidad Miguel Castaño ha acusado hoy a dos de los guardias civiles investigados en el supuesto espionaje a políticos del PP de Madrid en 2008 y 2009 de haber hecho un "montaje" para involucrarlo a él como "estrategia de defensa".
Así lo ha señalado en su comparecencia en la comisión de investigación sobre corrupción celebrada en la Asamblea de Madrid, en la que se ha referido en concreto a los guardias civiles José Oreja y Antonio Coronado, acusados al igual que él en este caso.
"Ha sido una estrategia de defensa, estarían ellos en su mundo y dijeron vamos a pillar al jubilado a decir que también fue él", ha comentado.
Castaño ha explicado que ocupó el cargo de subdirector de Seguridad en 2006, tras pasar por el Canal de Isabel II, y lo mantuvo hasta su prejubilación, en 2011.
El pasado mes de junio, la Audiencia de Madrid ordenó reabrir el caso de espionaje en el PP al considerar que hay indicios de delito de malversación de caudales públicos por parte de los funcionarios de la Comunidad Sergio Gamón, José Manuel Pinto y Miguel Castaño y los guardias civiles José Oreja, José Luis Caro y Antonio Coronado.
Todos ellos están acusados de utilizar teléfonos y vehículos que tenían para desarrollar su cargo para espiar al exvicealcalde de Madrid Manuel Cobo y al exconsejero Alfredo Prada, entre otros políticos madrileños, en 2008 y 2009.
Castaño no ha querido pronunciarse sobre si en aquella época se ordenaron seguimientos a políticos: "Ahí no voy a entrar, no tenía nada que ver con eso y lo me quedaba a mí es empezar a especular".
Por otro lado, ha negado la acusación que hizo Pinto en su declaración ante el juez en la que señaló que Castaño era el autor de los partes que recogían estos supuestos seguimientos.
Al respecto, ha recordado que hizo una prueba caligráfica en sede judicial que, a continuación, fue remitida a la Policía Científica para su análisis, pero ha lamentado que aún así los guardias civiles siguieran "embarrándolo todo".
Además, ha señalado que si alguna letra salió "mal o deformada" en la prueba es porque tuvo que escribir en el juzgado sobre una mesa "llena de legajos" en la que asegura que no le cabían las piernas.
Castaño ha dicho no comprender la presión que afirman haber sufrido los tres guardias civiles acusados en el caso, ya que considera que era "sencillísimo" librarse de ella porque les hubiera bastado con pedir en personal el regreso a sus anteriores puestos de trabajo.
Asimismo, ha subrayado que estos tres guardias civiles tenían una "presencia discreta", mientras que los tres policías que estuvieron al igual que ellos en la reunión en la que el exdirector de Seguridad Sergio Gamón les citó para supuestamente encargarles los seguimientos tenían una relación estrecha con el exconsejero Francisco Granados.
"Era: hemos estado con Paco, ayer nos ha dicho Paco, hemos tomado café con Paco (...) hubo gente que llevaba temas de seguridad, como son los técnicos, que se sintieron amenazados en su carrera profesional por unas personas que pensarían que iban a ocupar su puesto", ha añadido.
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