Siete de cada diez directivos consideran que los sobornos y la corrupción son la forma habitual de hacer negocios en España y en un nivel similar se muestran convencidos de que las autoridades deberían adoptar más medidas para recuperar los daños resultantes del fraude y la corrupción, según las conclusiones del informe de EY: Fraud and corruption. The easy option for Growth? -Fraude y corrupción. ¿La opción más fácil para crecer?- .
Estas cifras duplican a las registradas en la media de los países de Europa Occidental, donde el 35 por ciento percibe estas prácticas.
La encuesta, que recoge la opinión de 3.800 directivos de empresas procedentes de todo el mundo, sitúa a España en el puesto 13 de un total de 38 entre los que en mayor medida sus directivos perciben comportamientos poco éticos en los negocios. España supera a países como Italia, Egipto, Turquía o Rusia. Croacia se sitúa a la cabeza, mientras que Dinamarca es el país donde sus directivos menos perciben estas prácticas (un 4 por ciento).
Un 46 por ciento de los encuestados en España justifica el soborno si contribuye a la supervivencia del negocio. El 34 por ciento, además, reconoce que su empresa opta por obsequiar con regalos personales, un 31 por ciento por realizar regalos relacionados con ocio y un 16 por ciento se decanta por directamente por el pago en metálico.
La mitad de los directivos españoles (56 por ciento) percibe que, en general, las compañías reflejan unas cifras mejores de lo que en realidad obtienen. La media en los países de Europa Occidental está muy por debajo de este porcentaje, alcanzando el 33 por ciento.
A pesar de ello, Ricardo Noreña, socio responsable del área de Forensic de EY, reconoce que "la sociedad condena cada vez más estos comportamientos y las instituciones empiezan a estrechar el círculo a los autores de estas activi- dades, impulsando una regulación más restrictiva, buscando responsables penales e incrementando sanciones".
Sólo un 46 por ciento manifiesta contar con un documento corporativo antisobornos y anticorrupción, frente al 59 de media en Europa occidental. Y menos de la mitad tiene claras las penalizaciones derivadas de estas prácticas. Por lo que se refiere a los canales de denuncia, casi tres de cada diez dicen no tenerlo en sus empresas frente a uno de cada diez en Europa Occidental.
La inminente aprobación de la reforma del Código Penal incluirá novedades que permitirán a las empresas establecer planes de prevención y cumplimiento para quedar exentas de responsabilidad penal de las personas jurídicas y combatir el fraude y ala corrupción.
Estos planes serán obligatorios, tal y como regula la Ley de Sociedades de Capital, tanto para grandes como para pequeñas empresas.