La Policía refuerza sus protocolos para evitar contagios en las fronteras

Santander, 8 ago (EFE).- La Policía española está "reforzando" sus protocolos de protección para detectar posibles casos de ébola entre los inmigrantes ilegales y para evitar en su caso contagios a los agentes que trabajan en las fronteras y están en contacto con estas personas.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, lo ha afirmado hoy en Santander, a preguntas de los periodistas, después de clausurar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) un encuentro sobre la trata de seres humanos.

Cosidó ha destacado que en España ya hay protocolos para la detección de enfermedades entre inmigrantes, de forma que todos los que acceden al país en situación ilegal son sometidos a un control médico y, en caso de detectarse cualquier tipo de enfermedad, sobre todo si es contagiosa, son derivados a centros especializados para su tratamiento.

Lo que se está haciendo ahora es "reforzar" esos protocolos de actuación y aumentar los controles, ante la situación de emergencia mundial declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, ha indicado que se están estudiando "todas las medidas que sean necesarias" para garantizar la seguridad de los propios agentes.

Además, Cosidó ha destacado que la Policía colabora y ayuda en cualquier demanda que les hagan las autoridades sanitarias que, según dice, son las que tienen las competencias y a quienes corresponden coordinar la cooperación en este asunto.

En cuanto a la repatriación del religioso español Miguel Pajares, infectado por el virus en Liberia, el director de la Policía ha señalado que se le ha trasladado "con todas las garantías de seguridad necesarias para evitar cualquier tipo de contagio".

Y para profundizar en esta idea, ha invitado a responder al rector de la UIMP, César Nombela, catedrático en Microbiología y expresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Nombela ha señalado que el misionero ha sido trasladado a España "en condiciones de máxima seguridad" y se le está atendiendo "en condiciones de contención de riesgos", así que "no tiene que despertar ninguna preocupación".

Ha recordado que también Estados Unidos ha trasladado a su país a ciudadanos americanos contagiados.

El rector de la UIMP ha reconocido que el ébola es una enfermedad de alta mortalidad, pero en parte, a su juicio, por las condiciones de vida de la zona donde se ha producido el brote.

También ha señalado que faltan tratamientos eficaces, pero ha dicho que se conocen las pautas de transmisión y el periodo de incubación de la enfermedad, y por lo tanto, es "un proceso controlable".

Por último, ha considerado que la alerta decretada por la OMS facilitará las actuaciones para atajar este problema que, según dice, genera preocupación por la gravedad de la infección, pero "no es ni mucho menos el único problema infeccioso que hay en el mundo".