Madrid, 26 feb (EFE).- La actividad de las bandas latinas se mantiene estable en Madrid a pesar de los últimos incidentes que han protagonizado, debido a que la Policía mantiene una férreo control sobre estos grupos, consciente de su peligrosidad.
El inspector jefe responsable de bandas latinas de la Brigada de Información de Madrid se ha referido así a la actividad de estos grupos tras informar de la detención, en dos operaciones diferentes, de 33 jóvenes integrantes de Blood y Dominican Don't Play (DDP), trece de ellos menores.
A los veintidós arrestados de Blood y a los once de DDP se les imputan los delitos de lesiones, robo con violencia e intimidación, amenazas y coacciones y asociación ilícita.
Entre los segundos están los presuntos autores materiales de la agresión a un menor de 14 años de origen rumano el pasado 8 de febrero en el barrio de Villaverde, donde varios jóvenes le golpearon y apuñalaron, dejándole herido grave.
El inspector jefe ha explicado que inicialmente se detuvo a tres personas y en los días posteriores a ocho más, cinco de ellos menores de edad, dándose por resuelto el suceso.
La mayoría de los arrestados cuentan con antecedentes: los veintidós arrestados de Blood suman 44 antecedentes y los once de DDP, dieciséis, según han precisado fuentes de la jefatura.
El inspector jefe experto en bandas latinas ha explicado que "las pandillas se mueven como vasos comunicantes, de manera que cuando una banda está más fuerte, otras bajan y se mantiene el nivel de actividad".
Ha negado que haya "ningún repunte" de "pandilleros" porque éstos "están sometidos a un férreo control de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que tienen grupos especializados".
Los Trinitarios son los más activos ahora en la región, junto con los DDP, los Latin Kings y últimamente los Blood, aunque el inspector jefe no ha podido precisar su número ni cuáles son las zonas en las que actúan, ya que según ha dicho una de las principales características de estos grupos es la movilidad.
"Se mantiene un equilibrio en el tiempo, con ciertos picos de intensidad en algunos momentos pero dentro de un nivel muy tolerable. Están muy vigilados", ha añadido.
Normalmente no trascienden sus enfrentamientos por el territorio, ya que cada banda está implantada en una zona, pero en ocasiones las peleas y reyertas se saldan con heridos graves y fallecidos y entonces la opinión pública es consciente de su actividad y tiene una sensación de inseguridad "subjetiva", según el mando policial.
En cuanto a las dos operaciones llevadas a cabo en los últimos días, el mando policial ha recordado que los Dominican Don't Play son una banda conocida, muchos de cuyos miembros han sido detenidos en los últimos años.
Sin embargo, Blood es una banda que surgió en los años setenta en los Estados Unidos y que en Madrid tenía poco peso hasta hace poco, cuando la Policía detectó que había ampliado su capacidad de captación de jóvenes, a los que amenazaba para que entrasen en la organización y a los que obligaba a continuar en la misma una vez iniciados.
De hecho, fueron dos hermanos, uno mayor de edad y otro menor, los que denunciaron que esta banda les amenazaba, lo que provocó la detención de veintidós de sus miembros.
Su estrategia es la misma que la de bandas más conocidas: perseguir a jóvenes para su ingreso, exigirles dinero una vez dentro e imponer su disciplina mediante amenazas e incluso agresiones.
"Aparte del atractivo cinematográfico que da una posición, un rol, una aparente seguridad, fundamentalmente las pandillas se mueven por violencia interna, además de rivalidades con otras bandas", y "la disciplina se consigue con el empleo de la violencia, con tratos inhumanos y degradantes", ha relatado.
El mando policial ha destacado que la mayoría de los integrantes de las bandas son muy jóvenes, por lo que no le sorprende que los cabecillas de los grupos desarticulados ahora lo sean.
El líder del "capítulo" del barrio de San Blas de los Blood es Robert Joe L.A. de 19 años, quien cuenta con tres antecedentes policiales, mientras que el cabecilla del "coro" de Villaverde de los DDP es Pedro Pablo S.S. de 21 años, quien tiene seis antecedentes, han detallado fuentes de la jefatura.
El inspector jefe ha incidido en que los jóvenes que sean amenazados o agredidos por bandas para forzar su ingreso deben comunicarlo a sus padres o tutores porque la Policía, la Fiscalía y los jueces "actuarán contundentemente".
Relacionados
- Cifuentes asegura que "no hay un problema de bandas latinas" en Madrid gracias a la presión policial
- Nuevo golpe policial contra bandas latinas en España, 33 detenidos
- Cifuentes celebra el "importante golpe" a las bandas latinas en Madrid
- (ampliación) 33 detenidos en madrid en dos operaciones contra bandas latinas
- Detenidos 33 jóvenes en dos operaciones contra las bandas latinas de los 'Blood' y 'los DDP'