El PP catalán pide a Mas que "restablezca puentes" cuando se reúna con Rajoy

Barcelona, 10 feb (EFE).- La líder del PP de Cataluña, Alícia Sánchez Camacho, ha pedido hoy un cambio de actitud al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para que "restablezca puentes" en la reunión que tiene previsto mantener con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

En opinión de la dirigente popular, la entrevista que los dos políticos mantendrán, en una fecha aunque no concretada, es "una ocasión de oro" para que Mas deje atrás el proyecto de celebrar una consulta sobre el derecho a decidir.

En una rueda de prensa hoy en Barcelona, Sánchez-Camacho ha acusado a Artur Mas de "hacer seguidismo" de Oriol Junqueras, el dirigente de ERC, y le ha emplazado a aprovechar la reunión con Rajoy para iniciar un nuevo camino en sus alianzas políticas.

La presidenta del PP catalán ha expresado su apoyo a un recurso del Gobierno ante el Tribunal Constitucional por la declaración soberanista aprobada por el Parlament de Cataluña si hay un informe en este sentido del Consejo de Estado.

"Si la declaración soberanista tiene consecuencias jurídicas y está fuera de la ley, el Gobierno de España debe actuar y pedir un informe al Consejo de Estado previo a la presentación del recurso de inconstitucionalidad. No se puede actuar al margen de la ley", ha manifestado.

El Gobierno aprobó el pasado viernes solicitar al Consejo de Estado el informe previo para interponer un recurso de inconstitucionalidad contra la declaración del Parlament que define a Cataluña como un "sujeto político y jurídico soberano", tras obtener el informe "favorable" de la Abogacía del Estado.

En sus declaraciones, Sánchez-Camacho ha insistido hoy en que los catalanes quieren un gobierno "sensato, que cumpla las leyes y trabaje para buscar una salida a la crisis", y le ha reprochado a Mas "que quiera dejar como legado político una Cataluña dividida y que se quiere separar de España".

A su juicio, el debate soberanista está afectando a la economía real porque genera "inestabilidad política e inseguridad jurídica", lo que "menos conviene a las empresas".