
Jerusalén, 12 dic (EFE).- El Ministerio de Justicia israelí anunciará mañana si procesa o no al ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, por presuntos delitos investigados desde hace quince años y a poco más de un mes para las elecciones legislativas, informan hoy medios locales.
Lieberman posiblemente quede libre de las acusaciones graves (fraude, lavado de dinero y acoso de testigos) y sea juzgado por la menor de violación de la confianza, señala la edición digital del diario "Haaretz".
Esta última acusación se sustenta en la confesión de un asesor legal en la oficina de Lieberman, Zeev Ben-Arie, de que pasó documentación de forma ilegal a su actual superior cuando ocupaba el puesto de embajador en Bielorrusia en 2008.
El texto contenía una petición de asistencia técnica por parte del Ministerio israelí de Justicia a su equivalente en Minsk en la que se detallaban las sospechas que se ciernen contra Lieberman y los asuntos en los que se precisaba colaboración, así como números de cuentas bancarias y nombres de personas que entrevistar.
Según su confesión, Ben-Arie abrió el sobre, copió el citado documento y se lo pasó en mano de forma ilegal a Lieberman, cuando visitó al país en octubre de 2008, en calidad entonces tan sólo de diputado y líder del partido ultranacionalista Israel Beitenu.
Lo que ha trascendido en la prensa local sobre el resto de casos situaba a Lieberman como responsable de presuntos delitos en los que participó incluso después de llegar al Parlamento y al Ministerio de Exteriores.
Las sospechas apuntan a que se habría embolsado más de diez millones de shekels (2,01 millones de euros o 2,9 millones de dólares) gracias a un entramado de empresas tapadera con las que lavaba el dinero que luego acababa en sus bolsillos.
El jefe de la diplomacia israelí, que se presenta a los comicios del próximo 22 de enero como número dos de la lista conjunta entre Israel Beitenu y el Likud del primer ministro, Benjamín Netanyahu, no se vería obligado a dimitir de resultar procesado.
La ley israelí prohíbe el nombramiento como ministros de quienes hayan sido condenados por un delito, pero nada dice sobre un caso como el actual, sobre el que los tribunales han dictaminado que debe resolverse con una dimisión en caso de delitos "graves", pero sin definir más.
En 2009, la Policía israelí había recomendado a la Fiscalía General que procesara a Lieberman -ya entonces titular de Exteriores- por los citados cuatro cargos más el de soborno, que finalmente quedó fuera del acta de acusación.