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Los asesinos de Cocó Cielo piden su libertad hasta que la sentencia sea firme

Madrid, 20 sep (EFE).- Los dos condenados a 26 años de cárcel por matar en 2008 a Jorge Sevilla, el pinchadiscos conocido como "Cocó Cielo", han solicitado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid su puesta en libertad el próximo mes, cuando cumplen cuatro años en prisión provisional, ya que su sentencia aún no es firme.

Así lo han confirmado a Efe fuentes jurídicas, que han explicado que durante la vista de apelación celebrada en la sección quinta de la Audiencia madrileña, las abogadas de los condenados, Traian F.R, de 28 años, y Valentin D.G., de 34 años, han pedido su puesta en libertad.

Por su parte, la acusación particular que representa a la familia de la víctima ha pedido la ampliación de la prórroga de prisión que vence el próximo día 1 octubre, hasta que los condenados cumplan la mitad de la pena impuesta, según las mismas fuentes.

La pasada semana, la familia de "Cocó Cielo" anunció que recurría ante el Tribunal Supremo (TS) la condena a los procesados, ambos de origen rumano, al no estar de acuerdo en que no fueran condenados por los delitos de secuestro, tortura y asesinato con ensañamiento.

Los acusados fueron condenados a primeros de este mes por los delitos de asesinato con alevosía -16 años de cárcel-, robo con violencia e intimidación -5 años- y detención ilegal -5 años-.

El suceso se inició a las 21:00 horas del 27 de septiembre de 2008 cuando Traian se encontraba en la Puerta del Sol ejerciendo como "chapero" y conoció a "Cocó Cielo'", quien le propuso que se fueran a su casa, situada en la calle de Isabel la Católica, para mantener relaciones sexuales, aunque quedaron que no le pagaría por ello.

A continuación, Traian convenció a la víctima, que tenía 40 años, para que se uniera a ellos el también procesado Valentin, al que llamó por teléfono.

Los acusados decidieron sustraer de la vivienda dinero y objetos de valor, para lo cual ataron las manos a la espalda a Jorge Luis y comenzaron a golpearle y a hacerle cortes con botellas de cristal para que les dijera el número secreto de su tarjeta de crédito.

Finalmente, los acusados abandonaron el piso y Jorge Luis, que estaba maniatado, no pudo pedir auxilio y falleció como consecuencia de la pérdida de sangre.

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