
Jerusalén, 9 jul (EFE).- El jefe negociador palestino y asesor presidencial, Saeb Erekat, condenó hoy la impunidad de Israel y la inactividad de la comunidad internacional, en el octavo aniversario del fallo del Tribunal Penal Internacional de la Haya contra la construcción israelí de la barrera de separación en Cisjordania.
El negociador palestino lamentó en un comunicado "la incapacidad hasta ahora de la comunidad internacional para acabar con las violaciones israelíes de la legislación internacional, incluida la construcción continuada del muro".
Según Erekat, "la falta de exigencias de responsabilidad ha fomentado una peligrosa sensación de impunidad por parte de Israel, nacida de la continua inmunidad respecto a la obligación de dar cuentas ante la comunidad internacional".
La oficina para las negociaciones de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) recordó hoy en una nota que se ha levantado en territorio palestino el 80 por ciento de la barrera de separación que construye Israel, formada por vallas electrificadas y carreteras militares que se convierten en un muro de hormigón de hasta ocho metros al pasar por núcleos urbanos.
El 9 de julio de 2004 la Corte Internacional de Justicia de La Haya sentenció que la barrera que Israel había comenzado a construir dos años antes era ilegal, y pidió al Gobierno israelí que la destruyera inmediatamente y reparara los daños individuales y colectivos causados.
Israel, sin embargo, siguió adelante con la edificación y ha completado hasta ahora aproximadamente un 60 por ciento del trazado previsto, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Cuando esté acabada, la barrera tendrá 707 kilómetros de longitud (más del doble de lo que es la frontera reconocida entre Israel y el territorio ocupado de Cisjordania), el 85 por ciento de su trazado estará en territorio palestino, en vez de sobre la línea divisoria, y alrededor del 9,4 por ciento de la población de Cisjordania y Jerusalén Este quedarán aisladas, de acuerdo con la OCHA.
Unas de 150 comunidades palestinas han sido parcialmente aisladas de sus tierras por la barrera, y solo pueden acceder a ellas con permisos especiales del Ejército israelí.
Según la OCHA, la mayor parte de los 80 accesos en el muro o verja se abren solo durante seis semanas en época de cosecha y sólo durante unas horas determinadas al día.
La agencia de la ONU asegura que la barrera también "ha transformado la geografía, economía y vida social de los palestinos que viven en Jerusalén Este, así como de los que viven en el área metropolitana. Barrios suburbios y familias han sido divididos entre ellos y separados del centro urbano y las comunidades rurales separadas de sus tierras".