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Treinta horas después de la explosión sigue la búsqueda de la tercera víctima

Moraleja (Cáceres), 25 may (EFE).- Las labores de búsqueda del último de los tres trabajadores de Industrias Oleícolas Sierra de Gata de Moraleja (Cáceres), que quedaron atrapados en su interior tras producirse ayer una gran explosión, continúan hoy, treinta horas después.

Según han confirmado a Efe fuentes municipales, durante la jornada de hoy se ha acometido la retirada de escombros y material pesado, una labor previa a la entrada en la factoría siniestrada de los equipos caninos de la Guardia Civil que buscan alguna pista para encontrar a la persona que permanece desaparecida.

Se trata de José Miguel Santos Martín, de 30 años y vecino de Moraleja, que llevada trabajando en la factoría apenas seis meses, según ha confirmado a Efe el alcalde del municipio, Pedro Caselles.

El joven desaparecido es hijo de Miguel Santos Izquierdo, de 56 años, que también se encontraba trabajando en la fábrica en el momento de la explosión y que resultó herido leve.

Con el paso de las horas, comienzan a tomar fuerza otras posibilidades, como es el hecho de que el joven trabajador fuera "expulsado" del interior de la fábrica como consecuencia de la onda expansiva, por lo que un grupo de buzos de la Guardia Civil buscan en la cercana rivera de Gata.

Según han indicado a Efe fuentes del Servicio de Extinción de Incendios (SEPEI)de Plasencia, uno de los dos cadáveres hallado se localizó a unos cincuenta metros de distancia del foco principal de la explosión.

Las mismas fuentes también han señalado que es probable que las altas temperaturas hayan degradado el cuerpo de forma severa, lo que complicaría su hallazgo aún más.

La explosión y posterior incendio ocurrido ayer en la fábrica moralejana se ha cobrado, de momento, la vida de Valentín Parras Carrero, de 58 años, cuyo cadáver fue encontrado ayer por la tarde, y Alberto Lozano Fango, de 88 años, antiguo encargado de la fábrica, que se encontraba en su interior de visita en el momento y cuyo cuerpo fue encontrado a primeras horas de hoy.

Valentín Parras Carrero era natural del municipio de Arroyo de la Luz (Cáceres), casado y padre de dos hijas de 29 y 32 años, y su funeral ha sido celebrado esta tarde, oficiado por el obispo de Coria Cáceres, Francisco Cerro.

El prelado también oficiará mañana por la mañana el funeral por Alberto Lozano Fango, que se da la circunstancia que vivía enfrente de la fábrica y a menudo visitaba las instalaciones, donde trabaja un hijo suyo, Alberto Lozano, de 60 años, que también se encontraba en la factoría en el momento de la explosión aunque resultó ileso.

A falta de conocer el resultado final de los informes técnicos, la explosión se originó en un tanque que contenía hexano, un líquido disolvente y altamente inflamable utilizado para convertir el orujo de la aceituna en aceites industriales.

Algunos vecinos de la localidad advirtieron días antes de la explosión de la existencia de un "olor muy fuerte", aunque Alfonso Galán, uno de los primeros vecinos que acudió a la fábrica tras la explosión, ha dicho a Efe que no tenía noticias de que la empresa hubiera tenido problemas con anterioridad.

El Ayuntamiento de Moraleja ha decretado tres días de luto por este suceso que ha conmocionado a este municipio cacereño de unos 7.000 habitantes.

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