El gobierno del presidente Hugo Chávez planteó que en Colombia existe un conflicto armado interno que debe resolverse mediante una salida política negociada y no por la vía militar, tras la liberación de cuatro ex congresistas secuestrados por las FARC durante más de seis años.
"La única salida es una salida negociada y una salida política, no existe salida militar al conflicto de Colombia", dijo el ministro de la Presidencia, Jesse Chacón, tras el éxito de la entrega de rehenes el miércoles.
Chacón llamó a todos los sectores colombianos a "elaborar un camino que nos permita transitar hacia un acuerdo humanitario y, en un mediano plazo, a una paz verdadera en Colombia".
El ministro señaló que el conflicto colombiano es el único que nació en los años 50 "y aún permanece", mientras recordó que se logró la paz en otros conflictos armados en El Salvador y Guatemala.
"No creo que a nuestros hermanos colombianos se les pueda negar ese camino", de las guerras civiles centroamericanas terminadas con negociaciones de paz en los años 90, puntualizó.
Tras la liberación de las dos primeras rehenes en enero, Chávez planteó a Bogotá y la comunidad internacional reconocer a las FARC como una fuerza beligerante para iniciar un proceso de paz.
"La diferencia fundamental de Colombia con Centroamérica es el entorno internacional, eran otros tiempos, todo cambió después de la caía del Muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría", dijo a la AFP Enrique Ted Horst, ex jefe de la misión de la ONU para la verificación de los acuerdos de paz en El Salvador en los años 90.
En Centroamérica "la situación obligaba a una reingeniería del Estado de Derecho, reducir el papel de la Fuerza Armada a la defensa de la soberanía, a quitarles funciones de seguridad pública que la habían convertido en una estructura mafiosa que dominaba toda la vida política y económica", ilustró.
"La ONU sólo juega papeles de mediación cuando ambas partes lo solicitan", aclaró Ted Horst y explicó que Naciones Unidas tiene en Bogotá una oficina de Derechos Humanos con un mandato limitado.
"Lo único importante en este tipo de situaciones es que el mediador tenga la confianza de las partes, que no insita en participar en asuntos que no cubre su mandato y actúe sin interferir en los asuntos internos", dijo el ex funcionario de la ONU.
"Otra condición indispensable es actuar con discreción, que es prácticamente sinónimo de secreto, y el éxito de la mediación siempre tiene que ser atribuido a las partes en conflicto", añadió Ted Horst, que también cumplió la misma misión de paz de la ONU en Haití en 1996 y 1997.
"Nunca puede el mediador arrogare el mérito de haber hecho avanzar las cosas", advirtió.
Chávez anunció en su primer encuentro con los liberados que viajará a Colombia a finales de marzo a una cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas para exponer sus propuestas de paz.
Desde septiembre, Chávez mantiene un fuerte enfrentamiento verbal con el presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien le retiró su papel en la búsqueda de un canje humanitario de unos 40 rehenes por medio millar de rebeldes presos.
"Yo voy a ir con mucho respeto, a pesar de lo que ha pasado, aunque se molesten. Voy a hacer una propuesta, ya estoy enrumbado por aquí", anunció Chávez, quien dijo que cuenta con los presidentes de izquierda de Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay y Cuba.
Las FARC agradecieron a Chávez "sus desvelos por el canje de prisioneros de guerra y la paz de Colombia", pero advirtieron que el gobierno colombiano debe desmilitarizar una zona para negociar el canje con "las comunidad internacional como garante".
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