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Sonsoles Rubio: "La Auditoría Interna juega un papel relevante para prevenir conductas inapropiadas en las organizaciones"

Sonsoles Rubio, presidenta del Instituto de Auditores Internos (IAI). Foto: eE

La legislación es cada vez más rigurosa y las exigencias de inversores, consumidores y de la sociedad en general son más altas. Los auditores internos juegan un papel fundamental para fortalecer los mecanismos de control de riesgos de las empresas. Sonsoles Rubio, presidenta del Instituto de Auditores Internos de España (IAI), lamenta cómo asociaciones e instituciones siguen sin ser escuchados cuando afirman que la avalancha normativa a la que hoy en día se enfrentan empresas y ciudadanos "limita no sólo la productividad y competitividad de las empresas, sino, también, las posibilidades del estado de bienestar". Hablamos con la presidenta del IAI sobre estos y otros asuntos de actualidad.

En tiempos recientes hemos visto grandes escándalos corporativos. ¿Cómo contribuye la Auditoría Interna a prevenir o detectar este tipo de conductas?

La Auditoría Interna juega un papel muy relevante a la hora de prevenir, e incluso detectar conductas inapropiadas en nuestras organizaciones que pudieran ser el origen de escándalos empresariales ya que nuestro trabajo consiste en asegurar que los riesgos principales a los que se enfrentan nuestras empresas están siendo gestionados, es decir, que se han implantado procedimientos adecuados para su control y que estos controles están funcionando.

Así, la Auditoría Interna identifica y evalúa los riesgos potenciales que podrían afectar a una organización, lo que incluye los riesgos de fraude y corrupción, y revisa si estos riesgos están adecuadamente controlados. Si no es así, recomiendan mejoras para fortalecer estos controles y prevenir posibles irregularidades.

Ahora bien, no olvide que cualquier sistema de control es susceptible de ser vulnerado, en aquellas ocasiones que surgen escándalos corporativos, suelen tener su origen en que alguien se ha saltado la legalidad, con la consiguiente ocultación de información.

Por eso, es fundamental establecer sistemas que permitan un equilibrio de poderes y la Auditoría Interna es clave en este proceso. Principalmente porque nuestro trabajo consiste en proporcionar tanto a la alta dirección como a los consejeros una evaluación objetiva e independiente de todo lo que tiene que ver con el buen funcionamiento de la compañía. Este análisis ayuda a identificar y alerta sobre riegos, comprueba que los procesos generales de la empresa están siendo eficaces y eficientes y que se cumple con la regulación.

¿Cuáles son los principales riesgos que consideran prioritarios para que las empresas controlen hoy en día, y cómo los auditores internos pueden mitigar esos riesgos?

En el Instituto de Auditores Internos, junto con nuestros homólogos en toda Europa, realizamos nuestro informe anual Risk in Focus donde analizamos los principales riesgos que afectan a las compañías europeas y que se ha convertido en una guía muy valiosa para comprobar y testar si una empresa tiene contemplados los riesgos que les pueden afectar.

Hoy en día la ciberseguridad, el capital humano y los cambios en las leyes y regulaciones se mantienen en el top 3 de los riesgos principales, al tiempo que la disrupción digital, la IA y nuevas tecnologías, y el cambio climático serán los que más crezcan, pasando de la cuarta posición del ranking en 2025 a la segunda en 2028, y de la sexta a la cuarta, respectivamente.

Este informe da una información muy valiosa para todo tipo de empresas, porque los riesgos afectan por igual a todas las compañías, pero no con la misma intensidad. La diferencia está en el nivel de afectación e impacto en la operativa y por supuesto

también en la reputación. Por eso, es clave la figura del auditor interno, porque a la vez que se identifican los riesgos, la compañía debe saber cómo se están gestionando, es decir, si se están controlando adecuadamente con la finalidad de enfrentarse a un nivel de riesgo aceptable.

¿De qué manera ha cambiado la función del auditor interno tras la pandemia y ante las actuales crisis financieras?

Nuestra función ha tenido una interesante transformación. Anteriormente, nuestro trabajo tenía un enfoque más financiero y operativo, centrado en garantizar el correcto funcionamiento de los sistemas que permitieran las operaciones. Tras la pandemia y ante las actuales crisis financieras, la función del auditor interno ha cambiado significativamente, enfocándose a nuevos riesgos como ciberseguridad, inteligencia artificial, cumplimento regulatorio, sostenibilidad, entre otros.

Este nuevo entorno, caracterizado por la rapidez en la que se producen los cambios y la gran interconexión que tienen los riesgos a los que nos enfrentamos nos obliga a ser más flexibles y ágiles en nuestro trabajo y a tener una formación continua para adquirir nuevas habilidades y tener una visión estratégica del riesgo. En definitiva, nos hemos convertido en una función más preventiva y estratégica.

¿De qué manera pueden los auditores internos contribuir a mejorar la comunicación y la relación con los consejos de administración y los comités de auditoría?

Más allá de nuestro trabajo con los comités de auditoría, los auditores internos somos asesores de confianza para los consejos de administración. Somos quizá la función con mayor visión global y trasversal de las compañías, lo que nos permite evaluar y examinar los procesos, operaciones y los sistemas de gestión de riesgos con objetividad, con el fin de extraer conclusiones, identificar carencias, y proponer soluciones y mejoras. Proporcionamos confianza y confort a los consejos de administración y a los consejeros de las compañías.

¿Cuáles son las áreas emergentes en las que los profesionales deben centrarse en los próximos años?

Nuestro informe Risk in Focus nos vuelve a dar luz en ese sentido. Los riesgos tecnológicos dominarán la clasificación en un futuro próximo y el riesgo del cambio climático seguirá escalando posiciones. También persistirá el riesgo relacionado con las personas lo que sugiere que las organizaciones pueden tener dificultades para atraer, desarrollar y retener el talento adecuado para enfrentar estos desafíos.

Es interesante cómo los auditores internos hemos pasado de ser principalmente economistas, a formar equipos multidisciplinares donde matemáticos, ingenieros o especialistas en gestión de datos están aumentando su peso. Hoy en día la formación del auditor interno debe ser más puntera, con perfiles que se cuestionan constantemente el statu quo lo que le permite tener una visión muy estratégica de los cada vez más sofisticados riesgos a los que nos enfrentamos.

¿Qué papel juega el auditor interno en la promoción de la transparencia y la ética dentro de las organizaciones?

La integridad, objetividad, confidencialidad y competencia son principios inherentes al trabajo de los auditores internos para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno de las empresas en las que trabajamos, y como tales están recogidos en nuestro Código Ético.

Estos valores tienen que estar alineados con el plan estratégico y la cultura empresarial de cualquier organización para garantizar su buen gobierno corporativo, pues sus claves son, entre otras, tener un adecuado funcionamiento de los órganos de gobierno y administración; generar confianza y transparencia, generar valor, mejorar la cultura de gestión de riesgos y control interno y, en definitiva, incrementar la eficiencia en todas las operaciones.

¿Cuáles son las principales metas y objetivos del Instituto en los próximos años?

Continuaremos muy centrados en impulsar la profesión a través de la formación, nuestro plan para 2025 contempla más acciones formativas adaptadas a las necesidades y los retos a los que la profesión tiene que hacer frente: ciberseguridad, digitalización, gestión del talento, ESG, etc.

Pero también en impulsar la profesión allá donde creemos que es necesaria, por ejemplo, en la mediana empresa. Actualmente existen en España más de 27.000 empresas medianas que emplean al 25% de la población activa, una cifra suficientemente importante para asegurar su consolidación y éxito a largo plazo y la auditoría interna es un gran aliado de valor para conseguirlo. Además, otro foco son las empresas familiares, que tienen que hacer frente a numerosas situaciones como la internacionalización o un gran crecimiento, donde los auditores internos tienen un papel esencial.

Y por supuesto continuar concienciando sobre la importancia de los sistemas de control y transparencia en instituciones y organismos públicos, difundiendo y colaborando con ellas para impulsar la importancia de la auditoría interna como actor fundamental en la estabilidad no sólo de las empresas y organizaciones, sino de la economía y la sociedad en general. Con este propósito, hemos puesto en marcha los Premios IAI España a la Confianza en el valor de la Auditoría interna, que tiene como fin reconocer a aquellas instituciones, empresas, profesionales y personalidades cuyo desempeño, inspirado en los principios y valores de la Auditoría Interna, haya contribuido a mejorar la profesión y hayan aportado al interés público.

¿Cuál es la posición de la auditoría interna ante los múltiples y permanentes cambios regulatorios?

Desde el Instituto de Auditores Internos llevamos años alertando de esta situación. Precisamente, hace unas semanas el informe Draghi sobre Europa ponía el foco en esta cuestión, alertando sobre cómo las empresas y ciudadanos europeos sufrimos una gran carga legislativa, y pidiendo una "pausa regulatoria" para esta nueva legislatura europea. No olvidemos que el mercado común europeo se creó precisamente a partir del desmantelamiento de regulaciones que estrangulaban el crecimiento.

La CEOE por su parte, dio a conocer hace poco que en 2023 se aprobaron un total de 3.808 normas, entre las estatales, autonómicas y europeas. Sólo las normas publicadas en el BOE por Estado Español supusieron 1,2 millones de páginas.

Diferentes asociaciones e instituciones llevamos años alertando sobre esta avalancha normativa que no sólo limita la productividad y competitividad de las empresas, sino también limita las posibilidades del estado de bienestar.

La inteligencia artificial y el análisis de grandes datos están revolucionando múltiples sectores. ¿Qué impacto están teniendo en la auditoría interna?

La Inteligencia Artificial y el análisis de datos que están demostrando que mejoran la calidad, eficacia y valor de los resultados de las auditorías internas. La IA, por ejemplo, nos permite automatizar tareas rutinarias, como la revisión de documentos o la detección de patrones en grandes volúmenes de datos, aumentando la velocidad de trabajo y reduciendo la posibilidad de errores humanos. Además, mediante el análisis de patrones y tendencias, nos permite anticipar riesgos y problemas antes de que se manifiesten.

Cabe destacar que, según 'Auditoría Interna: Visión 2035 – Creando nuestro futuro juntos' del IIA Global, el análisis de datos es lo más importante para los auditores internos de cara al futuro, con un 91%.

El avance y desarrollo de las nuevas tecnologías es uno de los factores más influyentes en la transformación de Auditoría Interna. Y, en este sentido, desde el Instituto de Auditores Internos hemos lanzado la plataforma LAB Innovación, con el objetivo de ayudar a nuestros socios a acelerar la innovación. Desde su creación, hemos recibo 40 casos reales de grandes empresas españolas.

¿Qué papel deben tener los auditores internos en la gestión de crisis y continuidad del negocio?

Los auditores internos juegan un papel muy relevante en la gestión de crisis y la continuidad del negocio ya que son responsables de asegurar que una empresa ha implementado las medidas y controles necesarios para enfrentar situaciones de crisis y, por tanto, garantizar su sostenibilidad futura. Para ello revisamos la existencia de planes de continuidad y de adecuados procesos de gestión de crisis en las empresas para asegurar que ante un evento disruptivo los planes de respuesta y protocolos de comunicación, entre otros, funcionen adecuadamente con el fin de proteger nuestros recursos críticos y volver a la operativa normal lo antes posible

Para que se haga usted una idea clara y concisa, somos las alarmas antiaéreas de las empresas, que los riesgos están identificados y que existen los sistemas para su gestión y control.

¿Cómo está la situación de la formación y que papel tiene en la retención del talento?

La formación es clave en todo tipo de profesiones, pero, en nuestro caso, tenemos además la necesidad de mantenernos constantemente actualizados. Somos una profesión que cada vez asume más responsabilidades y debemos conocer bien todas las áreas de una compañía y mantenerse actualizados ante riesgos emergentes, ciberseguridad, ESG, inteligencia artificial, digitalización o gobierno corporativo, más aún con la vertiginosidad con la que se producen los cambios.

Por esta misma razón, en nuestro campo, la formación tiene un papel fundamental en la retención del talento. Con ella, no solo mejoramos las competencias técnicas y profesionales, sino que nos sirve para mantener un equipo motivado y competente. A este respecto, el aprendizaje continuo es fundamental para responder con celeridad y eficacia a los nuevos desafíos.

Precisamente, el Instituto de Auditores Internos juega un papel esencial en este aspecto porque potenciamos el crecimiento profesional de nuestros socios. Les proporcionamos un marco metodológico y formación necesaria y puntera, también ofrecemos oportunidades de networking a través de encuentros y eventos y publicaciones especializadas, todo ello enfocado a la excelencia.

¿Cómo puede el Instituto de Auditores Internos contribuir a mejorar los estándares internacionales?

Nuestra institución tiene un papel cada vez más relevante ya que somos la referencia del mundo hispanohablante, órgano consultivo y escaparate para muchos de nuestros homólogos.

De esta forma colaboramos estrechamente con reguladores y supervisores de ámbito nacional e internacional, como la CNMV o el Instituto de Auditores Internos Global que recientemente ha renovado y adaptado las Normas que rigen nuestra profesión, donde además de auditores internos de 135 países han participado instituciones expertas en supervisión y gobierno corporativo como el FMI, la OCDE, el Banco Mundial o la Red Internacional de Gobierno Corporativo, entre otros. Desde España hemos participado activamente en el desarrollo de estas nuevas Normas y somos, entre otros, los encargados de su traducción y difusión al mundo hispanohablante.

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