
Los despachos de abogados están viviendo el primer repunte de consultas por parte de las empresas para regular el uso que hacen sus empleados de la Inteligencia Artificial (IA). A pesar de que muchas de las compañías por sí mismas no utilizan en su propia actividad la IA, son conscientes de que sus trabajadores sí que comienzan a usarla por su cuenta, y temen los riesgos que puedan derivarse.
Jorge Sanz, abogado en el área laboral de Bird & Bird, señala que entre los riesgos más importante que afrontan las compañías destacan los de confidencialidad y protección de datos porque los empleados, a la hora de hacer consultas a la IA para que le dé una respuesta, puede introducir información que sea confidencial o de datos de clientes.
Asimismo, a la par, pueden existir problemas de propiedad intelectual porque la IA dé una respuesta basada en información protegida de terceros. "Vamos a llegar a un punto en el que habrá una legislación que diga qué cosas hay que tener en cuenta para el uso por parte de los empleados de este tipo de herramientas", apunta Sanz.
De momento, desde el bufete señalan que las recomendaciones que dan a las compañías pasan por dar formación a los empleados sobre qué tipo de IA se permiten en la empresa y cómo se debe utilizar. También, informarles de qué información pueden o no introducir en estas tecnologías, ya que las IA son de código abierto y luego utilizarán los datos que meten para dar respuestas a terceras personas. Asimismo, también aconsejan nombrar a un supervisor para que examine la veracidad de las respuestas que da la IA, ya que en ocasiones ocurre lo que se denomina 'alucinaciones de la IA', es decir, da un resultado erróneo porque la fuente está incorrectamente metida. Finalmente, también se recomienda que las empresa impongan una política de sanciones por el mal uso de esta tecnología.
Las tecnológicas se adelantan
Hasta el momento, los sectores empresariales que más consultas realizan a los despachos sobre cómo regular el uso de la IA de sus empleados son las tecnológicas, ya que son las que tienen más consciencia de que sus empleados la utilizan, aunque hay de todos los sectores, como el legal.
Los expertos vaticinan que va a haber mucho más interés por este tipo de políticas porque, si antes la posición de la mayoría de las compañías pasaba directamente por prohibir esta tecnología, ahora comienzan a darse cuenta de que, si se utiliza bien, puede ser productiva.
La futura ley deja el problema
La UE ultima la Ley de Inteligencia Artificial (IA) que, previsiblemente, se aprobará de forma definitiva esta primavera. La norma no regula el uso que hagan personas y profesionales de esta herramienta, sino que se centra en los riesgos que tiene cada tecnología. Así, si los riesgos son elevados, se prohibirán (como el reconocimiento biométrico, que sólo usará la policía), mientras que si son medios, se regulará su uso.
Relacionados
- Los despachos de abogados anticipan una oleada de EREs y despidos individuales en 2024
- Adiós a los engaños: Meta etiquetará automáticamente las fotos generadas con Inteligencia Artificial
- Estafan a toda una empresa con un deepfake para que les ingresen 26 millones: el peligro es muy real
- El FMI admite que la inteligencia artificial destruirá o modificará el 60% del trabajo en Occidente