
El presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano se ha despedido este lunes a través de un discurso durante la toma de posesión de los nuevos magistrados elegidos por el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial. Durante su oratoria, el presidente ha querido reivindicar el constitucionalismo en todas sus vertientes y el papel del Tribunal como garante del orden constitucional, al mismo tiempo, apunta que en España solo hay "una soberanía, la del pueblo español".
"Ante la Carta Magna no son oponibles soberanías populares que dicen emanar, sin intermediación alguna, del supuesto mandato directo de un colectivo o de una colectividad. En España solo hay una soberanía, la soberanía nacional, la del pueblo español, expresada solemnemente el 6 de diciembre de 1978 con la aprobación de la Constitución. El pueblo español, y no otro, es el auténtico `prínceps legibus solutus´ de nuestra democracia constitucional. Ante él no caben desfasadas soberanías regias, ni superadas reservas de jurisdicción, ni tampoco paralelas soberanías parlamentarias, sin perjuicio de reconocer la primacía política de las Cortes Generales. Por ello, y especialmente en el caso de la tutela de los derechos y libertades, el Tribunal no puede ni debe terminar a la postre haciendo mera Historia del Derecho." Expresa González-Trevijano.
También ha aprovechado la comparecencia para apuntar el "carácter profundamente europeísta" del Tribunal Constitucional recalcando los vínculos establecidos entre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea o el Tribunal de Luxemburgo anunciando que "el imperio de la ley y la independencia judicial se afianzan como estándares de obligado cumplimiento y se sitúan en el mismo corazón del proyecto integrador europeo, sin poder admitirse regresiones al respecto".
Por otro lado, también ha lanzado un mensaje solicitando el cumplimiento del articulado que conforma la Constitución puesto que son "garantía ineludible de todo régimen constitucional y respetemos íntegramente el bloque de la constitucionalidad y los usos que de él se derivan, recordando que se pueden compartir o no los fines políticos, pero que, éstos se han de encauzar siempre a través de los procedimientos constitucionalmente previstos."
Finalmente, ha querido marcar que, pese al nombramiento de los nuevos magistrados, el Tribunal sigue incompleto e insta a cubrir la magistratura que dejó vacante Alfredo Montoya en la mayor brevedad posible. "Estoy seguro de que el Tribunal Constitucional continuará defendiendo en el futuro la Constitución, en su espíritu e integridad, dando respuesta jurídica a las controversias planteadas en beneficio de nuestra convivencia."
"Desde esta convicción, no me queda más que compartir un deseo humilde con todos ustedes: tengamos fe en el derecho, como pedía en 1940 el jurista italiano Piero Calamandrei, y hagamos todos lo posible, y hasta lo imposible, por adecuarnos al aleccionador mandato reseñado en el artículo séptimo de la Constitución de 1812: `Todo español está obligado a ser fiel a la Constitución´, sentencia Pedro González-Trevijano.