Inversión sostenible y ESG

Fidelity endurece las exigencias 'ESG' a sus participadas

  • El fondo exigirá cada vez más responsabilidades a las participadas
Foto: Archivo.
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Cuando una gestora tiene un patrimonio de casi 790.000 millones de dólares bajo gestión, cualquier cambio que haga en sus exigencias a los equipos directivos de las empresas en las que invierte es importante para los mercados.

Más, hoy en día, si las presiones se centran en mejorar los esfuerzos en torno al ESG (la defensa del medio ambiente, de los aspectos sociales y de gobernanza). Por ello, la decisión que anunció ayer la gestora estadounidense es especialmente importante. Las nuevas exigencias de la gestora se empezarán a tener en cuenta a partir del año que viene, cuando comenzarán a votar en contra de las directivas que no hagan los suficientes esfuerzos que ahora piden.

La gestora ha ampliado sus directrices de voto en las juntas de accionistas de las empresas en las que invierten, con nuevas políticas sobre diversidad y cambio climático en todo el mundo.

La firma explica que "se ha fijado como objetivo mejorar el gobierno corporativo y las actitudes hacia la sostenibilidad de sus participadas mediante el diálogo activo y el voto en juntas de accionistas", y añade cómo "esta nueva política hará que Fidelity exija cada vez más responsabilidades a las participadas, usando su derecho a votar contra las propuestas de los consejos que no satisfagan sus expectativas".

Fidelity tiene claro que la defensa del medio ambiente no es sólo una cuestión de supervivencia, sino que está directamente relacionada con los resultados que pueda obtener con sus inversiones en el futuro. En este sentido, la gestora considera que el cambio climático es uno de los "riesgos más importantes", si no el que más, para la rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo de las compañías.

En cuanto a la diversidad de género, la gestora avisa de que "dialogará activamente y se planteará votar en contra de la dirección en la mayoría de mercados desarrollados donde las mujeres no ocupen al menos el 30% de los puestos en los consejos de administración". En cuanto a los mercados en desarrollo, se fijará un umbral del 15%.

"Cada vez más estudios demuestran que las organizaciones que fomentan la diversidad son más productivas y obtienen mejores resultados. Por nuestra propia experiencia como empresa, sabemos que un lugar de trabajo diverso e inclusivo beneficia a los clientes, al negocio y a los empleados", explica Paras Anand, CIO de la gestora para la región de Asia-Pacífico.

Colectivo LGTBI

En un informe reciente de Credit Suisse de destacaba cómo la inclusión del colectivo LGTBI (conformado por lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) "es relevante desde un punto de vista económico". Las empresas inclusivas han batido a los integrantes no inclusivos del MSCI All Country World Index en 432 puntos básicos cada año desde 2010, según este estudio. "Esa alpha ha mejorado notablemente en 2021, desde los 378 puntos de diciembre de 2020", destaca el documento.

Los fondos centrados en diversidad, o que tienen en cuenta este aspecto a la hora de configurar la cartera, se anotan, de media, un 9,9% anualizado a 3 años.

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