Los inversores ya no tendrán con la reforma fiscal anunciada por el ministro Montoro la excención de los 1.500 euros que reciban en dividendos pero la cosa cambia si esos cupones se cobran -y reinvierten- a través de fondos de inversión.
Hasta ahora todo aquel que invirtiera directamente en acciones de bolsa pensando en sus dividendos -de media ofrecen una rentabilidad del 4,5 por ciento- tenía la ventaja fiscal de que los primeros 1.500 euros que recibiera en concepto de dividendos estaban exentos de tributación. Pero la reforma fiscal anunciada por el ministro Montoro pone fin a este privilegio. A partir de ahora, todo dividendo deberá pagar entre un 19 y un 24 por ciento, ya que es en ese tramo donde se sitúa la tributación por rentas de capital de ahora en adelante.
No son pocas las voces que apuntan a que este golpe fiscal a los dividendos en efectivo puede dotar de mayor atractivo al cobro de dividendos en forma de acciones, el llamado scrip dividend. Un modelo al que han recurrido no pocas empresas españolas para ampliar capital de manera encubierta. Al fin y al cabo, cobrar el dividendo en acciones permite diferir el pago fiscal hasta el momento de deshacerte de los títulos. Pero no se habla tanto de que, incluso con reforma fiscal, aún es posible cobrar dividendos en efectivo evitando el peaje fiscal. El truco se llama fondo de inversión.
Según explica José María Luna, director de inversiones de Profim, "lo que se ha hecho con la eliminación de la ventaja fiscal es equiparar el tratamiento fiscal con los fondos de inversión de reparto de dividendos, que nunca han tenido esa ventaja". Sin embargo, apunta a que esta situación no se repite en los fondos de acumulación, los que integran el dividendo en su patrimonio, ya que el fondo como tal tributa al 1 por ciento y los partícipes sólo pagan a Hacienda cuando venden el fondo. Es decir, quien opte por mantener su inversión en un fondo que a su vez sea quien reciba los dividendos que pagan periódicamente las compañías, estaría cobrando esos dividendos sin tener que pagar a Hacienda por ellos. Es decir, en vez de tributar entre un 19 y un 24 por ciento varias veces, cuando cobra dividendo y cuando rescata el fondo, pagaría solo por la segunda.
"Sí favorece a los fondos sólo si lo acumula ya que si lo distribuye lo suelen hacer mediante la venta de participaciones del fondo, por lo que sí se aplican las rentas de capital", afirma Ricardo Sánchez Seco, analista de Gestiohna. Además, el fondo ha resultado ser uno de los grandes beneficiados de la reforma ya que "no sólo se han mantenido las ventajas fiscales de los traspasos sino que se benefician de las limitaciones de aportaciones a planes de pensiones", afirma Luna, que incide en que es posible que los que invertían hasta ahora 10.000 euros en planes, ante la imposibilidad de destinar más de 8.000 euros, opten por invertir el excedente en otros productos financieros.
Las opciones más rentables
En este contexto, no está de más recordar las alternativas que tiene el inversor español que quiera recurrir al fondo de inversión para canalizar su ahorro en dividendos. La primera es seleccionar un buen fondo de inversión de bolsa española que, además de acumular los dividendos de las empresas españolas, se beneficie también de su revalorización en bolsa. Pues, bien, en los últimos tres años estos tres productos: Fidelity Iberia Y Acc, EDM Inversión, el fondo de bolsa española más antiguo del mercado y Okavango Delta, son los que más rentabilidad anualizada han acumulado con rentabilidades superiores al 15 por ciento. De ellos, los dos primeros, gestionados por Firmino Morgado y Juan Grau respectivamente, tienen sus principales posiciones en blue chips con alta rentabilidad por dividendo como Telefónica o Repsol mientras que el fondo Okavango, capitaneado por José Ramón Iturriaga, tiene más presencia en pequeñas y medianas compañías y de hecho, sus principales posiciones están en Catalana Occidente, Prisa y Mapfre.
Otra posibilidad para cazar dividendos made in Spain sin tener que pasar por Hacienda es recurrir a fondos especializados en la inversión en altos dividendos que tengan una gran presencia en España. No es casualidad que dentro de esta pseudocategoría sean tres fondos de gestoras españolas los que más invierten en dividendos españoles. Se trata de Sabadell España Dividiendo, Bankia Dividendo España y Eurovalor Dividendo Europa, con ponderación a nuestro país del 70 por ciento en los dos primeros casos y del 22 por ciento en el fondo de Popular. Sin embargo, los grandes recortes de los últimos años de dividendos por parte de las compañías españolas y el impacto que estos tijeretazos han tenido en sus cotizaciones explican que en cuestión de rentabilidad se queden muy por debajo de los fondos puros de bolsa española.
También se quedan muy por debajo en la comparativa con respecto a los fondos internacionales, que centran su estrategia en la inversión en dividendos rentables y sobre todo sostenibles. Según los datos facilitados por Morningstar, existen 91 productos en la llamada estategia income con al menos 3 años de antiguedad y Europa como universo de inversión. Pues bien el 87 por ciento acumula a tres años una rentabilidad anualizada superior al 9 por ciento que se anota el fondo de dividendos españoles más rentable en este periodo. En el ranking hay que destacar productos como Argonaut Pan European Dividend Income. Este fondo de inversión sube un 17 por ciento anual en los últimos tres años y en la actualidad tiene en los seguros y estables mercados de Alemania y Suiza sus principales posiciones.