
El ajedrez político estadounidense alcanzó ayer una nueva jugada, en la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no vetó la propuesta bipartidista para financiar el Gobierno hasta el 30 de septiembre, pero activó el estado de emergencia en la frontera con México, una decisión que le permitirá recaudar más de 6.000 millones de dólares adicionales en fondos para construir su polémico muro.
"Vamos a enfrentar la crisis de seguridad nacional en nuestra frontera sur", justificó el mandatario desde el Jardín Rosado de la Casa Blanca, donde equiparó dicha situación a "una invasión" del país con drogas, traficantes de personas, delincuentes y pandillas".
De esta forma, el republicano esquiva el veto al paquete de siete partidas de financiación del gobierno federal, por un valor aproximado de 333.000 millones de dólares, que hubiera provocado una nueva parálisis del gobierno. El 22 de diciembre un conflicto similar cerró buena parte de las agencias públicas durante 35 días, con un coste de 11.000 millones de dólares.
La principal razón por la que Trump podría haber rechazado rubricar el plan alcanzado entre legisladores demócratas y republicanos, aprobado en ambas Cámaras del Capitolio el jueves, era que la medida destinaba solo 1.380 millones de dólares para financiar 90 kilómetros de barreras físicas en algunas áreas de la frontera sur.
El presidente había exigido al menos 5.700 millones de dólares para la construcción de un muro o una valla de acero.
Con la declaración de una emergencia nacional, decisión que seguramente encontrará oposición en los tribunales, la administración estadounidense buscará desviar alrededor de 6.700 millones de dólares de otras partidas para construir más de 376 kilómetros de muro. El jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney defendió la decisión de Trump al indicar que el Congreso ha demostrado ser "simplemente incapaz" de ceder los fondos requeridos por el mandatario.
Dentro de los 6.700 millones de dólares, el Gobierno pretende desviar 2.500 millones de dólares de los programas antidrogas del Departamento de Defensa, 600 millones de dólares del Fondo de Confiscación del Tesoro y 3.600 millones de dólares del fondo destinado a la construcción militar para levantar el muro con México.
A este último grupo de fondos solo se puede acceder mediante una declaración de emergencia.
Durante su comparecencia, Trump también se pronunció sobre las negociaciones en curso con China dentro de la tregua comercial iniciada el pasado 1 de diciembre. El inquilino de la Casa Blanca incidió en que "existe la posibilidad" de extender las conversaciones más allá del próximo 1 de marzo.
Aranceles a China
Está previsto que EEUU aumente los aranceles del 10 por ciento al 25 por ciento a importaciones de productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares a partir del 2 de marzo. Trump dijo que no llevaría a cabo dicho incremento y extendería el plazo si ve "que estamos cerca de un acuerdo o que el acuerdo va en la dirección correcta".
Previamente, el representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer, dijo al presidente chino, Xi Jinping, que los negociadores "avanzaron" en las conversaciones de esta semana en Pekín. No obstante, aunque existe un compromiso por aumentar las importaciones de productos y servicios estadounidenses, asuntos como la transferencia forzada de tecnología o los subsidios estatales continúan sin resolverse.
"Espero que continúe trabajando duro para promover un acuerdo de beneficio para ambos países", dijo el presidente chino a Lighthizer, quien apostilló que queda trabajo por hacer "pero tenemos esperanzas". Está previsto que las negociaciones entre ambas delegaciones continúen la semana que viene en Washington.