
El Senado argentino ha rechazado el proyecto de ley para legalizar el aborto, un tema sumamente polémico en el país que ha obligado a un debate de 16 horas que ha forzado a prolongar la sesión plenaria hasta la madrugada.
Finalmente, las creencias religiosas se han impuesto sobre una realidad en la que el aborto se practica de forma clandestina en el país, en una situación de máxima vulnerabilidad para las mujeres. Miles de ellas -50.000 al año, según el Ministerio de Salud- sufren complicaciones derivadas de abortos sin garantías y decenas terminan pagando estas intervenciones en la sombra con sus propias vidas. En concreto, en 2016 murieron 43 tras haber interrumpido su embarazo empleando cauces subterráneos.
El proyecto ha sido rechazado con 38 votos en contra y 31 a favor. De esta forma, no se podrá volver a discutir en el Congreso hasta el 1 de marzo de 2019, cuando comienza el nuevo curso legislativo, y tendrá que empezar de cero. La aprobación de una ley de aborto libre hasta las 14 semanas de gestación en el Congreso no ha corrido la misma suerte en el Senado, una cámara mucho más conservadora, donde el fervor católico ha primado frente a otras consideraciones. La Cámara de Diputados dio luz verde a la despenalización del aborto en una sesión de más de 20 horas, con un resultado de 129 votos a favor, 125 en contra y una sola abstención.
Pese a que el presidente Mauricio Macri abrió el 'melón' para que la posibilidad de una nueva norma fuese debatida y aprobada, finalmente la mayoría de representantes de su partido, Cambiemos, han votado en contra, dejando a Argentina con una ley de 1921 que sólo permite abortar en caso de violación o de riesgo para la vida de la madre. Sin embargo, y a pesar del beneplácito para estos dos supuestos, algunos organismos han denunciado retrasos judiciales que superan los plazos legales para interrumpir el embarazo y que hay demasiados médicos que se niegan a practicarlo.
El resultado ha sido un duro golpe para la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, cuya iniciativa inició su recorrido en 2006 y que lucha por poner fin a cualquier embarazo en las primeras 14 semanas de gestación sin ningún requisito adicional.
Kirchner: "Esta ley no obligaba a abortar a nadie"
Entre las intervenciones de los senadores ha destacado la de la expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, que ha votado a favor del proyecto de ley, aunque siempre se había manifestado en contra de la legalización del proyecto. "Se puede estar de acuerdo o no, pero estamos rechazando un proyecto sin proponer nada alternativo", ha señalado la exmandataria. "Con este rechazo no vamos a acabar con el aborto en Argentina (...) Está claro que esta ley no obligaba a abortar a nadie", ha aseverado.
En la misma sintonía se ha manifestado el senador Pedro Guastavino, que ha afirmado que lo que se ha decidido en el Senado "es terminar de una vez por todas con el aborto clandestino y con las miles de muertes de mujeres que produce".
El presidente argentino, Mauricio Macri, dio libertad de voto al oficialismo, a pesar de que él se declara en contra. Antes del debate, el líder conservador ha destacado en redes sociales que "no importa cuál sea el resultado" porque en cualquier caso "hoy ganará la democracia" por la "reflexión" que ha generado en la sociedad argentina.
Movilización ante el Senado
Miles de personas se han concentrado durante todo el día en los alrededores del Congreso Nacional vestidas, peinadas y maquilladas de verde, color que representa a aquellos a favor de la legalización del aborto. En menos medida, también se han reunido aquellos que rechazan la iniciativa, principalmente religiosos y fieles a la Iglesia Católica.
Entre "mucha emoción" y sonrisas de oreja a oreja, los detractores del proyecto aplaudieron que el Senado haya estado de su lado y haya tumbado una iniciativa que los que sí la apoyaban continuarán defendiendo para que salga adelante en 2019.
"Esta es una noche clave para Argentina. Se puso de pie, no quiere el aborto, que implica la despoblación del país y el ataque a la familia y el niño por nacer", dijo a Efe Juan Carlos Monedero, definido como "católico argentino".
Camila Piñero, 20 años, remarcó que hasta el último momento guardó la "esperanza" de que lograrían el cambio de opinión de los senadores. "Creo que continúa (la lucha). Se logró una gran marcha", añadió, convencida de que, a pesar de lo ocurrido, ha sido un hecho "histórico" que el aborto haya podido debatirse en el Congreso, tras muchos años de intentos fallidos. "Hizo muchísimo frío, mucha lluvia, pero mucho compañerismo, una noche muy linda hasta que se iba alargando y parecía que no iba a terminar nunca", subrayó Piñero.
El desalojo de las afueras del Parlamento no estuvo exento de incidentes, que dejaron, según destacaron medios locales, varios detenidos por enfrentamientos de los manifestantes con la Policía.