Internacional

La crisis migratoria pone en jaque la unidad de la UE: las soluciones que dividen al bloque

  • Los Veintiocho se reúnen este jueves y este viernes en Bruselas
  • Una cumbre de urgencia para poner solución a la inmigración
  • La UE, dividida entre los centros dentro o fuera del sus fronteras
Un solicitante de asilo, con un cartel criticando el cierre de fronteras en la UE. Foto: Reuters

La Unión Europea se encuentra sumergida en una crisis migratoria que ha levantado crispaciones entre algunos Estados miembros y ha puesto en jaque al Gobierno de Angela Merkel. Los Veintiocho se reúnen este jueves y este viernes en Bruselas en una cumbre para poner solución a este problema. La medida estrella es la creación de centros de migrantes, la parte discrepante es el cómo y el dónde.

Aunque los países miembros tienen algunas diferencias a la hora, sobre todo, de elegir el lugar donde situar estás plataformas, el objetivo último es prácticamente el mismo para todos: campamentos para reordenar los flujos migratorios, haciendo un reparto equilibrado, y poder diferenciar entre refugiados e inmigrantes económicos. Los líderes europeos coincidieron en esta necesidad en la mini-cumbre sobre asilo celebrada en Bruselas este fin de semana.

Este mismo martes, el presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez, ha dicho en la rueda de prensa en Berlín tras la reunión con la canciller alemana Angela Merkel que España seguirá siendo solidaria y responsable en la gestión de los flujos migratorios en Europa, aunque ha advertido de que los desafíos actuales solo pueden resolverse "mediante una respuesta común a nivel europeo".

Merkel ha dicho que de cara a la próxima cumbre del Consejo Europeo del 28 y 29 de junio ya se ha avanzado en el camino de encontrar una respuesta común, aunque todavía queda por resolver el tema del mecanismo solidario y la migración secundaria y el procedimiento de asilo en Europa. "No habrá un acuerdo para las siete directivas de aquí al viernes", ha dicho la canciller.

La canciller alemana también ha dicho que los países más experimentados a la hora de negociar acuerdos con las naciones de origen de los inmigrantes que llegan a Europa sean los que establezcan esos contactos pero en nombre de toda la Unión Europea.

Centros "cerrados" en la UE

Francia, España y Alemania proponen la puesta en marcha de centros "cerrados" (como los llama Macron) o "controlados" (como los llama Pedro Sánchez) de migrantes dentro de la Unión Europea, desde donde se gestione, de la manera más rápida posible, la situación de cada uno de ellos.

De este modo, se repartiría entre los países del bloque comunitario aquellos inmigrantes que tienen derecho al asilo y se 'devolvería' a los que no se les haya concedido protección internacional a sus países de origen. Estos centros podrían estar situados en Italia, Grecia o España, las tres zonas que más inmigrantes reciben.

Estarían financiados por la Unión Europa, según la propuesta de Emmanuel Macron, apoyada por Sánchez y Merkel, y basada en el concepto de "solidaridad europea". Por otro lado, en este planteamiento se incluye un mecanismo para sancionar a aquellos Estados miembros que se nieguen a aceptar refugiados.

Para poder llevar a cabo esta iniciativa es imprescindible reforzar el apoyo y la cooperación con los países de origen y tránsito de migrantes, fortalecer la protección de fronteras externas de la UE a través de Frontex y "reorganizar" la cogida de asilados en el bloque comunitario, en palabras de Macron.

Plataformas de desembarco en África

La opción que cuenta con más apoyos, entre ellos el de Italia, es la de crear centros de desembarco fuera de la Unión Europea, para así reducir el número de inmigrantes que pisan suelo europeo. Esta propuesta funcionaría prácticamente igual que la de los centros dentro de la Unión Europea, a excepción de que a aquellos inmigrantes económicos a los que se le deniegue la petición de asilo jamás pisarían suelo europeo.

El objetivo de estos centros es evitar otro caso como el del Aquarius o el Lifeline, barcos con cientos de migrantes a bordo, varados en el mar durante días, debido a que ningún gobierno les da permiso para desembarcar.

Los países en los que se montarían estas plataformas serían Libia, Túnez, Níger o Marruecos, aunque por el momento ninguno se ha mostrado dispuesto a ello. Para convencerles, la UE pretende cerrar acuerdos globales sobre inmigración con ellos.

La idea de crear centros dentro de la UE no es incompatible con la de establecerlos fuera, por lo que en la cumbre podrían aceptarse las dos

Los centros estarían gestionados por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Inmigraciones con apoyo y financiación de la UE.

Al parecer, estas dos ideas -tanto la de los centros dentro de la UE como los de fuera de las fronteras- no son incompatibles, por lo que en la negociación durante la cumbre podrían aceptarse las dos. La opción que sí ha sido descartada ha sido la que consistía en instalar centros en los Balcanes para devolver a los inmigrantes ilegales localizados en el centro de Europa para que tramiten allí su solicitud.

Uno de los principales problemas es la falta de presupuesto. Los Estados miembros todavía tienen que poner 500 millones de euros para financiar los acuerdos que tienen con países africanos y otros 3.000 millones para el pacto con Turquía, según Político. Un nuevo desembolso podría no estar al alcance de todos. De hecho, la creación de estos centros iría acompañada de una inversión para reforzar las fronteras exteriores, el Frontex y la oficina europea de apoyo al asilo (EASO).

Ultimátum a Merkel

Por otro lado, de esta cumbre depende que el gobierno de Angela Merkel se estabilice o se rompa por completo. Horst Seehofer (CSU), socio del gobierno de la canciller y ministro del Interior, le dio a Merkel un ultimátum para llegar a un acuerdo sobre inmigración que termina después de la reunión de los Veintiocho.

Seehofer quiere establecer controles en las fronteras y expulsar del país a los demandantes de asilo que se encuentran en Alemania pero que fueron registrados en otros países de la Unión Europea.

Merkel prefiere tomar decisiones con sus socios europeos. De este modo, del resultado de la cumbre depende el futuro de la canciller alemana.

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