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El plan secreto de Reino Unido sobre el Brexit: no pagará a la UE si no logra un trato comercial favorable

Theresa May, primera ministra británica. Foto: Archivo

El equipo de la primera ministra Theresa May ha elaborado un plan secreto para retener miles de millones de libras esterlinas en pagos de facturas por el Brexit para obligar a la Unión Europea a darle al Reino Unido el trato comercial que desea.

Altos funcionarios británicos han discutido la idea en privado como una opción de respaldo que podría utilizarse si la UE incumple su compromiso de un nuevo acuerdo de libre comercio que entre en vigor después del Brexit.

El plan está lejos del resultado preferido del Reino Unido, pero altos cargos del gobierno creen que podría ser necesario. May dice que quiere un borrador antes de octubre que cubra los futuros términos comerciales, que luego se pueden firmar poco después de que el Reino Unido abandone el bloque. A pesar de esto, la UE dice que el acuerdo de octubre contendrá pocos detalles y será solo una declaración política.

La revelación de la propuesta potencialmente explosiva llega en un momento delicado en las negociaciones del Brexit mientras avanza el reloj para la salida del Reino Unido en marzo de 2019. Como uno de los principales contribuyentes de la UE, el lado británico puede usar el dinero para presionar, aunque es una apuesta que podría provocar a la UE.

Hablando bajo condición de anonimato, tres altos funcionarios dijeron que el Reino Unido tendría la opción de detener el pago de 40.000 millones de libras por el Brexit si los líderes de la UE intentaran no llegar a un acuerdo. Uno dijo que el mecanismo preciso para pagar el efectivo aún no se ha acordado, lo que deja abierta la posibilidad de retenerlo.

Estos funcionarios temen que el Reino Unido pierda poder en las negociaciones comerciales detalladas que tendrán que tener lugar durante la fase de transición porque el país ya habrá abandonado la UE. También se comprometerá legalmente a pagar una liquidación financiera de hasta 40.000 millones de libras como parte del acuerdo de salida, una promesa que será vinculante.

Riesgo de colapso de las relaciones

La idea de que el Reino Unido podría amenazar con retener el efectivo corre el riesgo de reabrir la discusión sobre el dinero que casi arruinó la primera etapa de las negociaciones del Brexit el año pasado. En Bruselas se podría argumentar que la factura es por pasivos acumulados y que eso no está para debatirse.

Los euroescépticos en el Partido Conservador de May reaccionaron con enojo ante la idea de que el Reino Unido debería pagarle a la UE cualquier cosa cuando se vaya. Desde entonces, los legisladores han expresado su preocupación de que el llamado acuerdo "marco" sobre la futura relación que se alcanzará en octubre no sea jurídicamente exigible, dejando a Gran Bretaña vulnerable si la UE rehúsa cumplir sus promesas.

Uno de los funcionarios dijo que las dos partes habían decidido que el Reino Unido pagaría, ya que vencerían sus obligaciones financieras para las pensiones del personal y otras deudas, lo que posiblemente implique pagos anuales que durarán muchos años. El gobierno británico podría detener estos pagos en el futuro si es necesario, aunque tal resultado sería improbable e indeseable.

Un cuarto funcionario de alto rango fue más cauteloso y advirtió que un enfoque de este tipo correría el riesgo de fracasar, creando una mala fe y una atmósfera de desconfianza que haría más probable un colapso.

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